Empresas y finanzas

Industria se carga la credibilidad de su reforma por un puñado de votos

  • La bajada de la factura habrá que pagarla durante 20 años

El Gobierno ha entrado de lleno en campaña. El Ministerio de Industria ha decidido aprobar una vergonzosa rebaja de los peajes que permite una caída de los precios a corto plazo, pero que supondrá tarifas más altas durante los próximos 20 años.

La Ley del sector eléctrico, aprobada en diciembre de 2013, obligaba a destinar el superávit que se consiguiera en la parte regulada de la tarifa a reducir los pagos correspondientes al déficit tarifario, es decir, a pagar los 24.000 millones de euros que los sucesivos gobiernos no aplicaron al recibo de la luz por motivos políticos.

Tras este cambio, los ingresos regulados del sector se reducirán de forma considerable, con lo que el dinero destinado a pagar este déficit, que supone cerca de 2.500 millones anuales, se reduce. Con este resultado, las entidades financieras que tienen en sus balances las emisiones del FADE podrán seguir recibiendo suculentos intereses por esta cantidad, que se colocó en los mercados en los peores momentos de la crisis y a un elevado tipo de interés (casi el 6%).

Del mismo modo, tienen argumentos para quejarse de este electoralismo rampante los promotores de energías renovables, ya que han visto cómo su retribución -marcada por el Boletín Oficial del Estado- se reducía para paliar el agujero eléctrico y ahora llega el Gobierno y utiliza estos ingresos para realizar electoralismo barato.

La rebaja del recibo había conseguido salir de los titulares políticos al haberla dejado que dependiera de la evolución del mercado. El cambio que acaba de adoptar el Gobierno politiza de nuevo la tarifa, convirtiéndola en arma arrojadiza.

El recibo de la luz para un consumidor medio ha subido en el primer semestre del año casi un 6%, frente al mismo periodo del año anterior. El ministro Soria aseguró que la evolución de la tarifa a final de año sería similar a la registrada el año pasado, cuando bajó alrededor de un 4%, pero con la situación meteorológica este extremo parecía ya imposible de cumplir.

El Gobierno ha ido por lo tanto a buscar el empate y un puñado de votos y para ello ha cambiado las reglas de juego a mitad de partido.

Ahora, el Ejecutivo debería también modificar los cálculos que ha realizado para el borrador del decreto de autoconsumo, ya que si los peajes propuestos suponían equilibrar los pagos, con esta rebaja prácticamente se hace imposible.

Aunque la medida será positiva para las familias más necesitadas, la política social no debe hacerse con el recibo, sino con los Presupuestos Generales del Estado.

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