Niños de entre 3 y 14 años que se 'ganan el pan' cambiando ruedas, llevando paquetes o sacando dientes. Que aprenden a manejarse con dinero en efectivo en una divisa que, como sucede en la vida real, fluctúa a diario. Todo esto en una ciudad construida a escala donde los padres son desterrados.
Se trata del universo capitalista que alberga KidZania, que cuenta con 16 parques temáticos interactivos en trece países y pronto abrirá otros dos en Londres y Sao Paulo. Fue fundada por Xavier López Ancona, ex vicepresidente GE Capital Private Equity Group y director de Booz Allen y Hamilton México, a finales de la década de los 90 en Ciudad de México y ha recibido en todo el mundo más de 31 millones de visitantes.
Las ciudades ideadas en estos parques temáticos cuentan con su propio sistema bancario y una 'oferta' de decenas de profesiones como bombero o periodista, pasando por médico o cocinero, que los niños pueden desempeñar. Nada más entrar en el parque temático, los niños reciben un cheque de 50 'kidZos' y suya es la decisión de ahorrarlos abriendo una cuenta bancaria o de gastarlos en los establecimientos de la 'mini ciudad'.
Para quién trabajan
Establecimientos, por otra parte, que no son desconocidos. Y es que la mayoría de negocios que existen dentro de un parque de KidZania están vinculados con compañías reales. En el caso del que pronto inaugurará Londres, los niños podrán revisar motores y cambiar ruedas para Renault; conocer los entresijos de la producción del chocolate en una fábrica de Cadbury o seguir la pista de una hamburguesa 'desde la granja hasta la mesa' con el restaurante Gourmet Burger Kitchen. Además de estos tres ejemplos, en el nuevo parque londinense estarán presentes Unilever, British Airways o Pokemon, entre otras empresas, según recoge CNBC.
Todas estas profesiones se realizan siempre a cambio de un salario. Las más populares, de acuerdo con el fundador de la compañía, son las clásicas: piloto, bombero, cirujano o policía triunfan sobre las demás. Aunque el mercado laboral de 'ficción' también está regulado. ¿Demasiados niños en la fábrica de chocolatinas y nadie reparando aires acondicionados? El personal del parque subirá la paga para los técnicos y la bajará para los chocolateros.
Por su parte, Ollie Vigors, consejero delegado de KidZania Londres, resuleve de un plumazo la posible preocupación con respecto a la excesiva exposición de los niños a las marcas comerciales. "No se puede jugar a que es el mundo real si no hay productos del mundo real", afirma y añade que los niños quieren hacer "lo mismo que papá y mamá".
¿Y cuál es el rol de "papá y mamá"? El de meros acompañantes. De hecho, la actividad que se desarrolla en cada establecimiento está fuera de la vista de los adultos. Para ellos, que solo tienen permiso de andar por las calles, se han habilitado salones especiales donde pueden descansar e incluso dormir una siesta, y cafeterías.