La aspiración del presidente de BBVA, Francisco González, de conseguir que el banco lidere la transformación digital de la banca mundial, fue el desencadenante de la por ahora última transformación de la cúpula directiva del banco.
Los cambios anunciados hace una semana, que incluía la sustitución del consejero delegado, también llegan al comité de dirección, hasta ahora el máximo órgano ejecutivo del banco. Éste, simplemente, desaparece.
En el camino hacia la transformación tecnológica, el presidente quiere ganar agilidad en la toma de decisiones de la cúpula. Para ello se crean tres grupos de trabajo, cada uno especializado en áreas muy concretas y con pocos miembros, con el objetivo de que resulte más operativo, más rápido en la toma de decisiones estratégicas.
Cada uno de estos grupos de trabajo contará con la presencia tanto de González como del consejero delegado, Carlos Torres.
El grupo de trabajo dedicado a la Estrategia, que analizará entre otras cuestiones el desarrollo de negocio, completa sus componentes con el responsable de Strategy & M&A, Javier Rodríguez Soler; el de New Digital Businesses, Teppo Paavola; el de Corporate & Investment Banking, Juan Asúa; el de Contry Networks, Vicente Rodero; y el jefe de Customer Solutions, Mark Jamison.
El de Regulación, que analizará el impacto de ésta en la banca digital, contará, además de con los dos máximos directivos del banco, con el consejero ejecutivo y responsable de Global Economics, Regulation & Public Afffairs, José Manuel González-Páramo; el responsable de Legal & Compliance, Eduardo Arbizu; el jefe de Global Accounting & Information, Ricardo Gómez Barredo; y el responsable de Finance, Jaime Sáenz de Tejada.
El tercer grupo de trabajo, el de Finanzas, también contará con la presencia de Sáenz de Tejada, Gómez Barredo, miembros también del grupo de Regulación, y de Asúa y Rodero, que forman parte del de Estrategia. De este grupo también forma parte el jefe de Global Risk Management, Rafael Salinas.
De esta forma se completan los cambios anunciados la semana pasada, los más profundos en su organigrama de los últimos años, y enfocados a acelerar lo que es la gran apuesta de González en los últimos años.
Por otro lado, Carlos Torres ha empezado a presentarse a la plantilla. El nuevo consejero delegado, acompañado de jefes de área ha querido acercarse a los distintos departamentos del banco, saludando cordialmente a cada trabajador y esbozando lo que será su filosofía de trabajo.
En ella, según el pequeño discurso que ha acompañado a la visita, se encuentra el de sentirse muy cercano a la plantilla.
Para él, según explicó, será importante recorrer la parte baja de la nueva sede de BBVA, conocida por su forma como la Vela y no el despacho que se asigna a los más altos directivos en la parte alta del edificio.
