Cada día surge una nueva estimación sobre cuándo puede quedarse Grecia sin fondos. Para algunas fuentes europeas podría ser a principios de abril. Otros apuntan al día 20 del mismo mes, según Reuters. Lo que es claro es que al Gobierno de Alexis Tsipras se le agota el tiempo.
Lo que suceda una vez los cofres se vacíen es un gran interrogante, más allá de traer el "caos", dice una fuente del sector financiero. Eso sí, el Ejecutivo de Syriza ya ha avisado de que, en caso de extrema necesidad, elegirá pagar sueldos y pensiones de los griegos antes que devolver los 450 millones que deberá desembolsar el 9 de abril al FMI.
Para evitar esta bancarrota y un pánico bancario de consecuencias incalculables, Tsipras necesita parte de los 7.200 millones que quedan en el rescate actual. A cambio, sus prestamistas europeos y del FMI le piden una lista completa y detallada de reformas que le puede crear enemigos en casa. Ante la inminencia del default, el Gobierno griego anunció ayer que presentará el paquete de medidas el próximo lunes, como tarde. Aunque la jerarquía de la UE le otorgó la "propiedad" de las reformas, y Tsipras ha prometido no sacar la tijera, la lista deberá basarse en el acuerdo del 20 de febrero, donde se marcan campos muy sensibles para Syriza: alza del IVA y endurecimiento de las pensiones.
Una vez presentadas las reformas, el camino aún será arduo. La lista podría necesitar un primer visto bueno de las instituciones antes conocidas como la troika (Comisión, BCE y FMI). Fuentes comunitarias subrayan que los expertos del ahora llamado Grupo de Bruselas están en contacto con Atenas en la preparación del paquete. La lista requerirá el visto bueno del grupo técnico del Eurogrupo y luego de los ministros de Finanzas del euro.
El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, se ha ofrecido a convocar un encuentro en cuanto sea necesario, lo que algunas especulaciones apuntan a que podría suceder a la vuelta de Semana Santa. Una vez revisada la lista, los ministros podrían aprobar un desembolso por tramos, según se vayan aplicando las reformas.
Ingresos de la amnistía fiscal
Mientras, Grecia continúa tirando de los fondos de agencias públicas independientes y de la nueva ley de amnistía fiscal para cubrir gastos. La Administración griega ingresó entre 30 y 35 millones de 140.000 deudores que regularizaron su situación este lunes durante el primer día de entrada en vigor de la amnistía fiscal. Los griegos acumulan deudas de casi 100.000 millones con el Estado. Las estimaciones más optimistas del Ejecutivo sólo esperan recuperar algo más de 8.000 millones. Para ello, el Parlamento aprobó una ley que perdona las sanciones e intereses a quienes regularicen su situación con Hacienda y la Seguridad Social en el plazo de una semana.
Ante el riesgo creciente de una salida de Grecia del euro, la mejora de las relaciones del Gobierno griego con sus acreedores, en concreto con Alemania, se ha recibido con agrado entre oficiales y el sector privado. Sin aliados reales en el Eurogrupo, y consciente de que el tiempo se le acaba, Tsipras sabe que su única salida son las reformas que una vez prometió no aplicar.