
El Frob no se fía y por eso acaba de contratar a Mazars para vigilar el proceso de ayudas que ha concedido a Banesco por la compra de Novagalicia (en la actualidad Abanca). El fondo de rescate ha elegido a la consultora a través de un concurso público con el objetivo de cotejar todo el dinero que se tenga que otorgar al grupo venezolano. Éste se adjudicó la antigua caja gallega tras comprometerse a pagar 1.003 millones, pero se garantizó diversas coberturas que alcanzaban un máximo de 800 millones.
En concreto, el Frob asumió que pagaría hasta un 85% de las pérdidas asociadas a la judicialización de las preferentes, el coste de las reclamaciones por las cláusulas suelo en hipotecas y la indemnización a Aviva por la ruptura de la alianza, además del 100% del ajuste llevado a cabo en el traspaso de activos a la Sareb.
El principal temor del Frob proviene de las preferentes, donde Novagalicia ya había activado en julio pasado en garantía a su favor por importe de 250 millones, cantidad que superaba con creces las estimaciones iniciales del fondo de rescate para el conjunto de las coberturas. En el momento de la adjudicación de la entidad a Banesco los responsables del organismo público indicaron que la factura por estas contingencias no llegaría a 200 millones en su totalidad.
Proceso de adjudicación
A finales del año pasado, el fondo que dirige en la actualidad Jaime Ponce puso un proceso para buscar a un experto independiente que cotejara las sentencias sobre la mala comercialización de las preferentes por parte Novagalicia en el pasado. Al proceso de adjudicación se presentaron ocho firmas.
La oferta de Mazars ha sido la más convincente, por lo que se encargará de revisar las decisiones de los tribunales sobre este asunto para comprobar los fondos que reclame el grupo venezolano. El dinero de las contingencias se irá actualizando trimestre a trimestre, en función de las sentencias firmes y de las hipótesis que se realicen en cada momento.
Ya en junio pasado, mes en que se hizo efectiva la adquisición de Novagalicia, el grupo venezolano consideraba que las demandas por preferentes iban a costar, al menos, 292 millones, casi el doble de lo previsto a finales de 2013, fecha en la que la entidad gallega estaba bajo el control del Frob y se ha acabada de acordar la venta de la entidad, fruto de la fusión entre Caixanova y Caixa Galicia.
Mazars analizará las sentencias de los productos híbridos hasta marzo del próximo ejercicio. Su oferta ha estado muy por debajo del precio de licitación. El Frob estaba dispuesto a pagar un máximo de 190.000 euros sin IVA y la auditora ha propuesto 82.500 euros.
Mazars ya participó en el análisis y valoración de los activos de Novagalicia, en el proceso de desinversión puesto en marcha por el Frob. En concreto, la firma que preside Antonio Bover calculó las pérdidas esperadas en la cartera crediticia del grupo gallego. Asimismo, el fondo de rescate ya abrió un arbitraje para devolver el dinero de los preferentistas particulares en caso de mala comercialización. El proceso, que ya ha concluido, ha beneficiado a 38.000 personas, menos de la mitad de los inversores que se quedaron atrapados con estos productos híbridos.
40.000 afectados
Son los inversores de participaciones preferentes que no se han beneficiado del arbitraje impulsado por el Frob para recuperar el dinero desembolsado en estos productos. Son más de la mitad del total de afectados, bien porque fueron rechazados por el auditor independiente al incumplir con las condiciones, bien porque no solicitaron participar en este procedimiento. Muchos de ellos han acudido a los tribunales.