Empresas y finanzas

"Los promotores que invirtieron fuera ahora sufren menos la crisis"

Enrique Lacalle, Presidente BMP Barcelona. Foto: Luis Moreno

El mercado inmobiliario español ha alcanzado unos precios que ya no lo hacen atractivo. Enrique Lacalle busca nuevos mercados donde exportar el modelo de éxito y rentabilidad que ha vivido nuestro país en los últimos 12 años. Estos son justamente los años que hace que Lacalle creó el Barcelona Meeting Point. Después llevó el evento a América Latina y más tarde a Varsovia. Ahora apuesta por Rumanía, un mercado en ebullición.

Barcelona, Buenos Aires, Polonia y ahora Rumanía. ¿Qué criterio sigue para elegir los países donde celebrar los Meeting Point?

Rumanía lo hemos elegido siguiendo los mismos criterios que con Polonia. Es un país que acaba de incorporarse a la Unión Europea y, por lo tanto, va a ser receptor de los fondos de ayuda al desarrollo que otorga Bruselas. Luego, también buscamos que el suelo este barato y, finalmente, que los promotores españoles tengan interés por invertir en el país.

Entonces, ¿Rumanía es similar a Polonia?

Exacto. Rumanía es Polonia II. Tiene 21 millones de habitantes, la mitad que Polonia, pero es el segundo país más grande de las nuevas incorporaciones a la UE. Los dos son países que ofrecen un potencial de rentabilidad muy alto ya que hay muchas cosas por hacer. Es un buen momento para ir.

Entiendo que es una alternativa de inversión ante el encarecimiento de los precios en España, pero ahora mismo muchas empresas no están para tirar cohetes, ¿no le parece?

Es cierto que en España, tras 14 años de crecimiento, los precios están caros, pero en momentos de crisis como el que estamos atravesando las empresas que invirtieron fuera están pasando mejor el Rubicón que las que optaron por permanecer sólo en España. Ahora pueden obtener beneficios fuera de España y compensar el mal momento que vive el sector en nuestro país. Por eso es bueno invertir en Polonia o Rumanía, pero también en Brasil, México o el Caribe... La realidad demuestra que acertamos al organizar ferias inmobiliarias en otros países.

A la hora de invertir en Rumanía, ¿dónde recomienda hacerlo, en la capital, en ciudades secundarias?

Igual que Varsovia, Bucarest es una ciudad demasiado pequeña para ser la capital del país. Si miramos la media de población de las capitales de los estados europeos, veremos que todas tiene un proporción de población en su capital superior a la de Bucarest. Por eso sabemos que tiene que crecer y hacerse más grande. Por eso hay que invertir en la capital.

¿Cuál ha sido la respuesta de los promotores españoles?

El interés ha sido superior al previsto. En esta primera edición vamos a tener finalmente 500 empresas asistentes, muchas más de las que preveíamos. De hecho hemos tenido que ampliar la superficie de exposición que tenemos en el Hotel Marriot de Bucarest, porque la demanda de espacios de exposición ha sido superior a la prevista. Al final habrá 30 stands, más todos los seminarios y jornadas paralelas.

¿Todas españolas?

No, no en absoluto. Acuden empresas de toda Europa y, sobre todo, me ha sorprendido la presencia de bancos. En plena crisis financiera asisten entidades como Fortis, Lazars y La Caixa, que acaba de abrir una oficina propia en el país. Cuando vienen los bancos quiere decir que ven oportunidades de negocio.

¿Es más fácil invertir en Rumanía que en Polonia?

Sí, creo que sí. Son más latinos y es más fácil entenderse. Además, la relación entre España y Rumanía es mucho más intensa gracias a la llegada de inmigrantes rumanos a España. Algunos pueden volver a su país y decidir comprar un piso a una empresa española que ya conocen o recomendarla a un amigo. Hay un conocimiento mayor y, además, los rumanos que vuelven a su país han visto un nivel de acabados en los pisos que no existen en Rumanía y que sólo los promotores españoles son capaces de ofrecer.

Conozco empresas grandes que ya están invirtiendo en Rumanía, pero ir a países como este parece que sólo está al alcance de los promotores de mayor tamaño.

Eso es un error. En Rumanía hay oportunidades para todos los segmentos, porque se puede construir un bloque de ocho o diez viviendas o se puede construir uno de 250 pisos. Allí ahora mismo hay necesidad de vivienda y la oferta no es capaz de cubrir la demanda. Es una oportunidad, ya que además la mano de obra en el país es barata y los costes de construcción también.

¿La financiación de los pisos se consigue allí mismo o hay que pedir hipotecas en España?

Financiar en origen se ha convertido en estos momentos en algo muy complicado. Allí los bancos dan préstamos hipotecarios con unos plazos similares a los de aquí, aunque ellos lo llaman leasing.

Usted me asegura que hay muchas empresas españolas interesadas en Rumanía, pero si echamos una ojeada a los diarios hay muchas empresas en crisis.

Sí, hay empresas que están mal, pero otros empresarios se han beneficiado del mejor periodo para el sector de la construcción en toda la historia de España y han hecho mucho dinero y tienen mucha liquidez.

Después de Rumanía, ¿que otro mercado le queda al Salón?

El año que viene será el año de volver a América. Organizaremos una feria inmobiliaria en Brasil.

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