LONDRES/MADRID (Reuters) - El Gobierno español ha empezado a adoptar medidas para reducir la carga de los vencimientos de bonos a partir del próximo año al canjear el jueves costosas emisiones de deuda lanzadas en el punto álgido de la crisis de la eurozona por una nueva emisión de bonos a diez años.
España es el último de los vulnerables estados periféricos de la zona euro en adoptar una medida de este tipo que tiene como objetivo alargar los vencimientos medios de su deuda y tranquilizar a los inversores sobre cómo va afrontar la refinanciación de 500.000 millones de euros en bonos que vencen en los próximos cuatro años. Las entidades colocadores encargadas de la colocación recibieron peticiones superiores a los 18.000 millones de euros y el Tesoro emitió bonos a 10 años por importe de 9.000 millones de euros, con un cupón del 2,75 por ciento.
Parte de la emisión se canjeó por bonos ya emitidos por valor de 3.662 millones de euros, dijo el Tesoro en su página web.
Para el bono existente emitido con un cupón del 3 por ciento a abril de 2015, el Tesoro aceptó 2.143,3 millones en el canje, mientras que para el emitido con un cupón del 3,75 por ciento, aceptó 914,8 millones de euros. En el caso del bono lanzado con un cupón del 4 por ciento, la aceptación fue de 604,4 millones de euros. Los inversores recibirán en canje un nuevo bono que vence en octubre de 2024.
En una nota de prensa, el Ministerio de Economía señaló que la operación de canje ayuda "al mantenimiento y alargamiento de la vida media de la cartera de Deuda del Estado en circulación y ha reducido en 3.662 millones las necesidades brutas de financiación de 2015". Los nuevos bonos a 2024 se colocaron a un coste de 118 puntos básicos el diferencial sobre midswaps (referencia utilizada para emisiones de renta fija), unos 500 puntos básicos por debajo de los que el Estado se vio obligado a pagar en el peor momento de la crisis.
"Ayuda, si eres un país que ha tenido mucho estrés, adoptar pasos para gestionar el repago de tus deudas, y en ese sentido España va rezagado respecto a otros países periféricos", dijo Michael Michaelides, estratega de RBS.
Los estrategas consideran que las recientes medidas en materia de política por parte del Banco Central Europeo (BCE) para mantener los tipos de interés en mínimos históricos deberían ayudar a animar a los inversores a extender la duración de las emisiones en la búsqueda de la rentabilidades.
"Creemos que el canje es bastante atractivo", dijo un operador.
La demanda por deuda periférica con mayor rentabilidad ha llevado al rendimiento del bono a diez años a mínimos del 2,54 por ciento desde que el BCE lanzara su último programa de estímulos monetarios el jueves pasado.
Una recuperación sostenida desde entonces ha permitido al Estado español mejorar sus ingresos fiscales, relajando la presión sobre la financiación exterior. El ministro de Economía, Luis de Guindos, dijo la semana pasada que las necesidades de financiación neta se habían reducido hasta los 55.000 millones de euros desde los 65.000 millones de euros anunciados originalmente en enero.
Con esta última emisión, el Tesoro ha colocado este año un total de 126.700 millones de euros, de los que 86.870 forman parte del programa de financiación a medio y largo plazo.
"Esta cifra supone un 65,2% de la previsión de emisión para todo el año incluida el Programa de Financiación del Tesoro Público de 2014 (133.300 millones de euros)".
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