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El ejercicio reduce las dificultades de movilidad en los adultos mayores: estudio

Por Andrew M. Seaman

NUEVA YORK (Reuters Health) - Las personas de 70 y 80 añosque participaron de un programa de ejercicio de intensidadmoderada durante varios años eran más propensas a mantener laindependencia para moverse.

Esto se suma a una creciente evidencia de que la actividadfísica habitual protege la movilidad de los adultos mayoresmientras pasan los años.

"Hasta ahora, no contábamos con evidencia definitiva de quela actividad física puede prevenir un problema mayor como (lapérdida de) la movilidad en los adultos", aseguró el doctorMarco Pahor, director del Instituto de Envejecimiento deUniversity of Florida, Gainesville.

La capacidad de caminar sin asistencia se utiliza como unamedida de independencia y calidad de vida, según publica elequipo de Pahor en la revista JAMA. Las personas que pierdenmovilidad registran altas tasas de discapacidad y enfermedades.Son también más propensas a morir.

Para realizar el estudio, cuya publicación coincidió con supresentación en la reunión anual del Colegio Estadounidense deMedicina del Deporte en Orlando, Florida, los autores convocarona 1635 hombres y mujeres de Estados Unidos en el 2010 y el 2011.Tenían entre 70 y 89 años y podían caminar unos 400 metros sinayuda.

Al azar, la mitad (818) participó de un programaestructurado de actividad física y la otra mitad, de un plan deeducación en salud. El grupo que hizo ejercicio caminó y entrenóla fuerza, la flexibilidad y el equilibro durante tres o cuatrosesiones en el hogar y dos sesiones en centros médicos por semana.

El otro grupo, de 817 participantes, concurrió todas lassemanas a una reunión sobre envejecimiento saludable durante lasprimeras 26 semanas, seguido de reuniones mensuales.

Cada seis meses, se evaluó la capacidad de los participantesde caminar 400 metros sin asistencia. A los 2,5 años, el 30 porciento de los participantes del programa y el 36 por cientodel grupo control no podía completar esa distancia.

Pero todos siguieron intentándolo y sólo se consideró que unparticipante tenía "discapacidad persistente de la movilidad"cuando no podía recorrer la distancia en dos evaluacionesconsecutivas. El 15 por ciento de los participantes del programaentró en esa categoría, comparado con el 20 por ciento del otrogrupo.

El grupo que hizo ejercicio sufrió de más "eventos adversos"durante el estudio, como tener que ser hospitalizados, que elgrupo control, aunque la diferencia era pequeña y, en la mayoríade los casos, la complicación no estaba asociada con el programafísico. De hecho, Pahor lo atribuyó posiblemente a que lavigilancia del grupo era más intenso y, por eso, se notificabanlos problemas.

FUENTE: JAMA, online 27 de mayo del 2014.

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