Ferrovial vuelve a la carga en el mercado aeroportuario. Después de los fallidos intentos en Brasil por lograr alguno de los aeropuertos privatizados por el Gobierno de Dilma Rousseff, la española se afana ahora por alzarse con uno de los contratos más importantes del año en este ámbito: la construcción y posterior operación de la primera terminal del futuro Aeropuerto Internacional de Bombay (Navi Mumbai Airport).
Para no fallar en su ambición, el grupo que dirige Íñigo Meirás está ultimando una alianza estratégica con otro de los grandes interesados en la adjudicación del proyecto, valorado en 1.500 millones de euros, el gigante indio Tata.
El propio consejero delegado de la división de construcción del grupo, que tiene sede en Bombay, Sanjay Ubale, confirmaba recientemente los contactos entre ambas partes para la creación de una empresa conjunta (Joint Venture) para participar en la licitación del contrato. Un extremo que han confirmado fuentes de Ferrovial consultadas por este diario, las cuales, no obstante, prefieren mantener la cautela hasta que el acuerdo sea definitivo.
Durante un encuentro con periodistas a finales del pasado mes de febrero, Meirás confirmó el interés de su grupo por participar en esta licitación. Entonces, el consejero delegado de la compañía no hizo mención a posibles alianzas para tomar parte en el proceso.
En cualquier caso, su unión con Tata está siendo estudiada con detenimiento ya que, al margen de los beneficios que podría tener para Ferrovial el hecho de concurrir de la mano de Tata, uno de las empresas locales más importantes del mundo, con presencia en sectores tan dispares como el de la energía, la automoción, el químico o el financiero, también existen inconvenientes a tener en cuenta. En especial, los posibles conflictos de interés que puedan derivarse de su importante representación dentro del sector de la aviación civi en India, donde participa en varias aerolíneas como Tajair o AirAsia India.
En este sentido, cabe recordar que la licitación de este primer contrato será bajo la modalidad de colaboración público-privada, por lo que el grupo que resulte adjudicatario será el responsable de la financiación y construcción de la primera teminal del aeropuerto y después su gestor durante un periodo de años que aún no ha sido determinado oficialmente.
Por este motivo, varios medios indios señalan que en esta posible joint venture con Ferrovial el grupo no podría tener una representación mayoritaria y su papel deberá limitarse a un porcentaje menor dentro del capital de la futura empresa conjunta, cercano al 10 por ciento.
Evolución de la licitación
Tanto Ferrovial como Tata son dos de los grupos que han presentado sus muestras de interés por el proyecto, convocado por la Corporación de Desarrollo Industrial de la Ciudad (CIDCO por sus siglas en inglés). El resto de empresas son Zurich Airport; GVK (consorcio liderado por la Mumbai International Airport); GMR Group; SREI Infrastructure Finance; Samsung C&T; Shakat Aviation; IL&FS; Walnut Aviation; Essel Infrastucture;Vinci Concessions India; IRB Infrastructure India; la también española Isolux Corsan; UK Trade and Investment; Egis Group; Landmark Realty; Munich Airport; Dublin Airport.
Según el calendario previsto por CIDCO, el próximo 18 de junio todas estas empresas tendrán que presentar sus propuestas de manera que para el mes de agosto pueda haber ya una lista corta de empresas en liza. El proyecto al completo constará de cuatro licitaciones, de las que la primera será la más importante en términos económicos, cercana a los 1.500 millones de euros.
Con la ejecución de esta primera obra el aeropuerto será capaz de gestionar en 2018 alrededor de 10 millones de pasajeros al año. Cifra que se irá incrementando paulatinamente hasta los 60 millones de pasajeros para 2030.
El nuevo aeropuerto tendrá una superficie total de 1.160 hectáreas de las que el Gobierno aún está pediente de comprar a los vecinos de la zona cerca de 247 hectáreas. No obstante, según las autoridades la adquisición de esos terrenos se hará paralelamente con la adjudicación del proyecto. Este ha sido, precisamente, el motivo por el cual se ha retrasado esta licitación en los últimos años, ya que según los planes originales el contrato tendría que haber sido adjudicado en 2009 para haber puesto en marcha el aeropuerto durante el año pasado.
Los aeropuertos de la India registraron el año pasado alrededor de 160 millones de pasajeros. Esta cifra, según las autoridades, podría verse incrementada hasta los 450 millones en 2020. El país cuenta en estos momentos con 128 aeropuertos, de los cuales 35 están siendo modernizados o cuentan con planes para ello.
En total, el Gobierno indio prevé una inversión de más de 21.000 millones de euros para la mejora hasta 2020 de su red de aeropuertos. Además de la construcción de este nuevo aeropuerto en Bombay, también existen planes para levantar nuevas infraestructuras de este tipo en las ciuedad de Kushinagar, Agra, Goa, Pune, Kunnur, y Aranmula.