
Repsol quiere salir con rapidez de Argentina. La petrolera acaba de colocar la mitad de los 5.317 millones en bonos que ayer le entregó Argentina como pago por la expropiación de YPF. Concretamente, la petrolera se ha desprendido del llamado Bonar 24, lo que supone que ha colocado títulos valorados en 3.250 millones de dólares por los que ha ingresado finalmente 2.813,6 millones. La venta, cuyo comprador ha sido JP Morgan, se realiza con un descuento del 13,4%.
La petrolera española cifra la deuda viva con Argentina en estos momento en apenas 2.200 millones de dólares y en sólo una semana ha ingresado estos 2.813 millones más la cantidad recibida por la venta del 12% de YPF, es decir, otros 1.255 millones.
Ambas operaciones de venta suponen que la petrolera presidida por Antonio Brufau ha ingresado esta semana un total de 4.068 millones de dólares. La petrolera ha contratado a JP Morgan para analizar las posibilidades de compra en el mercado y ya tiene en el rádar a varias empresas con activos en Noruega (Talisman Energy, Marathon Oil, Pacific Rubiales) con las que podría llegar a cerrar alguna operación de compra, tal y como adelantó elEconomista.
La operación supone dar un salto de gigante ya quem Repsol se fijó el primer objetivo de desinversión en un plazo de dos años y lo ha reducido drásticamente al vender más de la mitad. Con este paso adelante, el riesgo existente es ya muy reducido y la compañía puede alargar la colocación del resto durante un año, tal y como indicó del director financiero; Miguel Martínez.
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, apuntó la posibilidad del pago de un dividendo extraordinario con el dinero que se recuperara de la expropiación. La petrolera, que mantiene esa puerta abierta, tendrá que decidir si finalmente destina los ingresos a varias operaciones de compra o a retribuir a sus accionistas.