BARCELONA (Reuters) - Tras las revelaciones de espionaje de Estados Unidos, existe un creciente interés por una serie de productos de teléfonos móviles con un punto de venta común: la privacidad.
El último en entrar en liza es el Blackphone, que opera con una versión a medida del Android de Google y encripta textos, llamadas de voz y chats de vídeo fue lanzado el lunes en la feria mundial de la industria, el Congreso Mundial de Móviles de Barcelona.
Pretende entrar en el mercado de productos de la denominada gestión de seguridad móviles (MSM, por sus siglas en inglés) cuyo valor se estimó en 2013 en 560 millones de dólares y se prevé que casi duplique su tamaño hasta los 1.000 millones de dólares anuales para 2015, según ABI.
Por separado, Deutsche Telekom dijo que también estaba preparándose para lanzar una aplicación para teléfonos inteligentes que encripte los mensajes de voz y texto, convirtiéndose en el primer gran operador con un producto compatible para el gran público que será desarrollado para todos sus usuarios.
Edward Snowden desencadenó el furor global cuando reveló el año pasado que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estaba explotando datos personales de usuarios de empresas como Google, Facebook y Skype bajo el programa Prism.
El excontratista de la NSA, que afronta cargos de espionaje en su país y le han concedido asilo temporal en Rusia, también sugirió que Estados Unidos había supervisado las conversaciones telefónicas de unos 35 líderes mundiales, entre ellos la canciller alemana, Angela Merkel, sumándose a otras preocupaciones sobre privacidad.
Swisscom dijo la semana pasada que las descargas de su servicio de mensajería segura iO, que encripta chats y llamadas y almacena todos sus datos en Suiza, se habían triplicado. Los servicios de mensajería móvil suizos myENIGMA y Threema también encriptan las conversaciones de los usuarios.
El Blackphone, que eligió Suiza como sede porque la privacidad es un derecho constitucional en el país, es el resultado de la colaboración entre la empresa de software de seguridad de EEUU Silent Circle y el fabricante español de terminales GeeksPhone.
El dispositivo se venderá en tiendas por 629 dólares, que incluye dos años de suscripción al servicio de encriptado de Silent Circle, que habitualmente cuesta 120 dólares al año, además de un año de suscripción para otras tres partes.
"Pretendemos vender cientos de miles de dispositivos", dijo a periodistas el director gerente de Blackphone Toby Weir-Jones. "Este es un teléfono para todos - ya seas un ejecutivo al que le gusta llevar su dispositivo a trabajar o un ciudadano concienciado sobre privacidad que quiere asegurarse que Internet no mira por encima de su hombro".
Mientras, el servicio de aplicaciones con base en la nube de Deutsche Telekom, que será presentado oficialmente en la feria CeBIT de Hanover el mes que viene, será gestionado por la alemana Sichere Mobile Kommunikation mbH (GSMK), un proveedor de servicios y dispositivos telefónicos encriptados.
GSMK, que ha visto el número de preguntas de clientes quintuplicarse desde las filtraciones de Snowden, lleva tiempo ofreciendo teléfonos con servicios de encriptado a Gobiernos y empresas dispuestos a pagar entre 1.300 y 2.500 euros por dispositivo.
No obstante, la oferta de la aplicación de Deutsche Telekom y el Blackphone implica que este tipo de comunicaciones seguras están listas para saltar al gran público, aunque ambas partes de una llamada deben usar el mismo servicio para que la encriptación sea completa.
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