El empresario Arturo Fernández ha fracasado en su tercer intento de vender su empresa familiar. El presidente de la CEIM y vicepresidente de la CEOE aseguró ayer a este diario que está negociando con diferentes empresarios madrileños para que suscriban una ampliación de capital de 45 millones de euros después de que Real Investment Holding, el grupo con el que cerró la venta del 51% del grupo Arturo Cantoblanco en noviembre de 2013, haya frenado su alianza financiera.
Según explicó el propio presidente de la patronal madrileña, el family office mexicano tan sólo inyectó cinco millones de los 50 millones supuestamente comprometidos, por lo que poseería una pequeña parte de la firma de hostelería.
El empresario, que atraviesa serios problemas económicos, relató a este diario que va a llevar a cabo "varias ampliaciones de capital en los próximos meses para dar entrada a varios empresarios", cuya identidad no ha querido desvelar. El objetivo es captar 45 millones de euros más a cambio de un 41% del grupo. Arturo Fernández está convencido de que los acuerdos se cerrarán con éxito y prevé anunciar la operación en las próximamente.
Invertir en ladrillo
Con los fondos captados, el vicepresidente de los empresarios quiere asegurar el futuro de su grupo e invertir en ladrillo. En concreto, Arturo Fernández quiere usar 25 millones (el 50% del total) para pagar sus deudas con las entidades financieras, Hacienda y la Seguridad Social. En este punto, el empresario explicó que ya ha conseguido refinanciar su deuda con cinco bancos.
Los otros 25 millones, en principio, se destinarán a comprar restaurantes y hoteles que gestiona bajo contratos de alquiler. "Los nuevos socios quieren invertir en ladrillo y hay varios propietarios que nos han ofrecido que compremos los establecimientos", sentenció Fernández tras su comparecencia ayer en el Foro de Nueva Economía. En este punto, el empresario aseguró que seguirá al frente de su grupo .
El posible desembarco de los empresarios en el capital de Cantoblanco es la cuarta operación que tratar de cerrar Arturo Fernández para lograr fondos y conseguir salvar su grupo. A finales de año pasado, el presidente de CEIM llegó a un acuerdo con Serunión y Mediterránea de Catering para venderles la división de colectividades. Ambas firmas rechazaron finalmente consumar la compra, tras realizar una auditoría o due dilligence de las cuentas. El tercer intento fue la venta del 51% de Cantoblanco a Real Investment Holding.