Empresas y finanzas

Fracasan las negociaciones del consorcio de Sacyr y Panamá

MADRID/PANAMÁ (Reuters) - El consorcio de constructoras liderado por Sacyr y las autoridades panameñas rompieron el miércoles las negociaciones sobre la disputa por los presuntos sobrecostes del proyecto para ampliar el Canal de Panamá, pero los responsables de la ambiciosa obra dijeron que ésta se culminaría en 2015 según lo previsto.

Mientras que el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC) dijo que la ruptura ponía en riesgo la expansión de la ruta transoceánica, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) afirmaba que el proyecto se concluiría con o sin el grupo, a pesar de la paralización de las obras a raíz del litigio por unos sobrecostes estimados por las constructoras en 1.600 millones de dólares.

El administrador del canal, Jorge Quijano, afirmó que se habían mantenido conversaciones con otras compañías acerca de los trabajos que quedan pendientes, pero que sigue abierto a continuar las reuniones con el consorcio.

En un comunicado en el que se atribuye el fracaso de las negociaciones a la "posición injustificadamente rígida" de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP),

"Sin una solución inmediata, Panamá y ACP enfrentarán años de disputas ante los tribunales nacionales e internacionales sobre los pasos que han llevado el proyecto al borde del fracaso", dijo el consorcio.

GUPC también advirtió de que la situación ponía en peligro hasta 10.000 puestos de trabajo, cuyas nóminas para esta semana están ahora en el aire pendientes de una factura de 50 millones de dólares discutida en las últimas reuniones.

DEVOLUCIÓN DE ANTICIPOS, UN GRAN ESCOLLO

La financiación de 1.600 millones de dólares adicionales que el consorcio entiende necesarios para concluir el tercer juego de esclusas del Canal de Panamá llevó al GUPC a amenazar a las autoridades panameñas a principios de año con una paralización de las obras, aplazando en dos ocasiones una fecha tope para dicho parón en la construcción.

El acuerdo está aparentemente atascado en unos anticipos de 785 millones de dólares concedidos por la ACP que el organismo panameño quiere que sean devueltos en plazo, mientras que el consorcio, necesitado de liquidez inmediata para continuar los trabajos, basaba su propuesta en pedir un aplazamiento a esa devolución en espera de los arbitrajes resolviesen las diferentes reclamaciones.

"La mayor parte del aporte de la ACP es mediante la extensión del plazo para la devolución de los fondos ya adelantados y que están plenamente asegurados, para que GUPC sea capaz de poner más fondos en el proyecto ahora", dijo el consorcio el miércoles.

La propuesta del GUPC se basaba asimismo en que la ACP aportaría nueva financiación por 100 millones de dólares, lo mismo que el consorcio, que pondría además otros 400 millones de dólares adicionales. Una fuente consultada por Reuters el mes pasado había señalado que una de las opciones para conseguir fondos era convertir en préstamos las garantías del proyecto.

El ministro español de Economía, Luis de Guindos, dijo que su Gobierno tratará de reducir el impacto en las cuentas estatales de la eventual ruptura en las negociaciones

"Si se confirma la ruptura de las negociaciones sería una mala noticia para todas las partes porque había una mejor alternativa para todos", dijo Luis de Guindos a periodistas antes de una conferencia en Madrid.

Cesce, una aseguradora controlada mayoritariamente por el Estado entre cuyas funciones está la de ayudar la expansión internacional de las empresas españolas, fue una de las entidades que garantizó la oferta de SACYR (SYV.MC)para construir el tercer juego de esclusas del Canal. Una fuente con conocimiento de la operación dijo a Reuters que estas garantías alcanzan los 200 millones de dólares.

La ruptura de las conversaciones con Panamá provocaban que Sacyr perdiese todo el rebote de la víspera, dejándose más del 6 por ciento tras la primera hora de negociación en Madrid, mientras que las de Salini Impregilo, el otro integrante importante del proyecto, se dejaban cerca del 3 por ciento en Milán.

"Ayer el mercado descontó que hubiese un acuerdo y hoy que no se haya producido. Pero el daño en cuanto a imagen ya está hecho. Les saldrán mas contratos pero todo lo que hagan lo van a mirar con lupa", dijo un operador en Madrid que quiso mantener el anonimato.

Varios analistas consultados por Reuters dijeron que aún es pronto para evaluar el impacto que este ya deficitario proyecto tendrá finalmente en Sacyr puesto que se avecina una larga batalla legal.

"Recientemente, Sacyr comunicó a la CNMV que tenía (una exposición de) 476 millones de euros en anticipos y garantías asociados al proyecto. Podemos considerar esta cifra como el peor escenario, pero el impacto real sólo se fijará tras años en los tribunales si no hay un acuerdo final", dijo Juan Carlos Calvo, analista de ESR.

... Y PIERDE PANAMÁ

Analistas de Banc Sabadell dijeron en un informe para clientes que el retraso en el proyecto tendría un coste elevado para Panamá, que espera que la ampliación genere millones de dólares en ingresos proyectados en peajes al posibilitar el tráfico de barcos de mayor tamaño.

"La ruptura generaría un retraso y este tendría un coste altísimo para la ACP (por el lucro cesante), por lo que nosotros creemos que no hay que dar la ruptura como hecha", señaló el broker español.

El GUPC aseguró que mantenía su voluntad negociadora y señaló en el comunicado que el fracaso del proyecto para el tercer juego de esclusas "dejará una sombra permanente sobre el proyecto de expansión del Canal de Panamá en los libros de historia".

La actual disputa por los multimillonarios sobrecostes de ampliar una de las rutas marítimas con más tráfico del mundo viene de largo, aunque no salió a la luz pública hasta hace algo más de un mes, y en ella se han ofrecido como mediadores tanto los gobiernos de España e Italia, como la Comisión Europea.

El consorcio de Sacyr ganó en julio de 2009 el contrato con una oferta de 3.120 millones de dólares, por debajo de lo que se había fijado como referencia la ACP y 1.000 millones inferior a la de su siguiente contendiente, un consorcio de la constructora estadounidense Bechtel.

Además de Sacyr y Salini Impregilo, el consorcio está integrado por la belga Jan De Nul y la panameña Constructora Urbana (CUSA).

/Por Jose Elías Rodríguez/

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