Royal Bank of Scotland anunció ayer que su director financiero, Nathan Bostock, abandonará su cargo para fichar por el Banco Santander tras permanecer tan solo diez semanas en su cargo provocando un contratiempo al banco británico controlado por el Estado.
RBS, que está participado en un 82% por el Gobierno, dijo que Bostock había informado al consejo de sus intenciones de dimisión. No obstante, permanecerá en su puesto para supervisar el traspaso de sus funciones.
Bostock abandona el cargo para volver a la división británica de Santander, donde ya había ocupado algunos cargos, entre los que figuró el de director financiero.
"Tengo ganas de competir con él en el mercado británico en el que tenemos la intención de mejorar el servicio para nuestros clientes", dijo el miércoles el consejero delegado de RBS, Ross McEwan.