International Airlines Group (IAG), propietaria de British Airways y de la española Iberia, ha arremetido contra el plan de rescate que planea el Gobierno italiano y ha instado a la Comisión Europea a intervenir.
Ayer, el consejo de administración de Alitalia aprobó por unanimidad una ampliación de capital por valor de 300 millones, inyección a la que se sumarán otros 200 millones de euros en nuevas líneas de crédito con la banca. De esta ampliación, el Estado italiano suscribirá al menos 75 millones a través de Poste Italiane, el servicio postal del país transalpino.
Tras la decisión del consejo, los socios de la aerolínea disponen ahora de un mes para decidir si aceptan la operación. En este sentido, el primer ministro italiano, Enrico Letta, aseguraba que la inversión del servicio postal es una "medida de emergencia" para que la aerolínea siga funcionando y goce del suficiente margen de maniobra para conseguir socios extranjeros.
Sin embargo, para IAG esta medida viola las normas de la Unión Europea y es "manifiestamente ilegal". "Siempre nos hemos opuesto a la ayuda del Estado. Es proteccionista, socava la competencia y favorece a las aerolíneas quebradas que no han podido afrontar la realidad económica", aseguró una portavoz de la empresa surgida de la fusión de Iberia y British Airways, la tercera aerolínea más grande de Europa por su valor de mercado.
Bruselas espera los detalles
"Instamos y esperamos que la comisión de la Unión Europea adopte medidas interinas para suspender esta ayuda manifiestamente ilegal", añadió.
En Bruselas, la Comisión ha manifestado que espera que las autoridades italianas le informen sobre el plan. "Sólo después de haber recibido la notificación podremos analizar su compatibilidad con la normas de ayuda estatal de la UE", dijo Antoine Colombani, portavoz de la Comisión para política de competencia, en un correo electrónico.
Por su parte, Air France-KLM, que tiene una participación del 25% en Alitalia y apoyó el plan de rescate cuando fue presentado a la directiva de la aerolínea italiana la semana pasada, ha asegurado que establecería condiciones "muy estrictas" antes de entregar cualquier tipo de ayuda.
"Aún vemos cómo Alitalia podría cumplir cualquiera de las condiciones de Air France-KLM", indicó una fuente de la compañía aérea, que añadió que cualquier decisión requeriría una reunión de la directiva del grupo francoholandés.
Si no participa en el aumento de capital, Air France-KLM se arriesga a ser superada por la oficina estatal de correos de Italia como accionista principal en Alitalia.
Un aumento de capital sin Air France-KLM elevaría la incertidumbre sobre el futuro de Alitalia ya que la medida se suponía que era una solución temporal antes de una negociación sobre una posible asociación.
El apoyo entre los inversores nacionales para el aumento de capital tampoco está claro. A su segundo accionista, la familia Riva, le incautaron sus activos en una investigación judicial, entre ellos el 11% de las acciones de Alitalia.