Madrid, 29 abr (EFECOM).- La mayoría de expertos consultados por Efe coinciden con la previsión del Gobierno de que la inflación acabará 2008 en torno al tres por ciento, tras conocerse hoy que la inflación armonizada bajó en abril cuatro décimas -tras siete meses consecutivos de subidas-, hasta el 4,2 por ciento.
Este 4,2 por ciento corresponde al indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) -que mide los precios de forma armonizada con el resto de países de la zona euro- difundido por el INE cuyo dato definitivo, que no suele variar más de una o dos décimas, se conocerá, al igual que el del IPC español, el próximo 13 de mayo.
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, afirmó que el descenso de la tasa de inflación "confirma la impresión" del Ejecutivo de que los precios iban a iniciar una senda descendente, "con sus naturales altibajos", que debería permitir cerrar el año con tasas cercanas al tres por ciento.
En el mismo sentido se manifestó el experto de Analistas Financieros Internacionales (AFI) Carlos Maravall, quien auguró que la inflación terminará el año en el tres por ciento, debido, en parte, a que el precio de los carburantes se irá estabilizando según transcurran los meses.
A este respecto, aseguró, que, en cualquier caso, el petróleo no llegará a estar nunca en los niveles del pasado, y señaló que el precio del barril se situará entre los 80 y 90 dólares, frente a los 116,10 actuales.
Además, destacó que en los próximos meses se producirá una ralentización en el precio de los alimentos y auguró que el precio de las materias primas descenderá a final de año debido a una menor demanda.
Desde la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas), María Jesús Fernández afirmó que la inflación acabará el año alguna décima por encima del tres por ciento y pronosticó que se mantendrá en torno al cuatro por ciento en los próximos meses, para iniciar un descenso después del verano.
Fernández aseguró que la bajada de los precios en abril ya estaba prevista debido al comportamiento de los precios energéticos y de los alimentos no elaborados.
Asimismo, destacó que el precio del barril se puede situar entre los 103 y 104 dólares, mientras que sobre el comportamiento de los alimentos afirmó que es más complicado hacer una previsión, ya que, señaló, "depende del comportamiento de los mercados internacionales y de factores que es difícil ponderar, porque incluso ahora tampoco tenemos muy claro a qué se debe la subida".
La analista de Caja Madrid Nuria Bustamante subrayó que los precios en abril se han comportado mejor de lo previsto y afirmó que a final de año la inflación estará entre el 3 y el 3,1 por ciento.
A su juicio, en los próximos meses se empezará a notar la desaceleración del consumo, lo que hará que después del verano la inflación se sitúe por debajo del 4 por ciento, con una caída fuerte en el último trimestre.
Menos optimista se mostró la experta de Fortis Estefanía Ponte, quien subrayó que el año acabará con una inflación del 3,8 por ciento y que en los próximos meses se situará alrededor del 4 por ciento, aunque añadió que todo dependerá de la evolución del precio del crudo.
En su opinión, el descenso de los precios en abril viene determinado, principalmente, por el hecho de que el pasado año la Semana Santa fue en abril y los precios subieron en ese mes.
Desde el Instituto de Estudios Económicos (IEE), Gregorio Izquierdo calificó de buena noticia el descenso de los precios, aunque advirtió de que continúa siendo muy elevada y muy alejada del objetivo del 2 por ciento de la zona euro.
Por ello, defendió "no descuidar la guardia y promover la austeridad fiscal y de gasto público, y la liberalización de los mercados de servicios". EFECOM
sgb/jma
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