El grupo portugués Banco Espírito Santo (BES) anunció hoy pérdidas 237,4 millones de euros en el primer semestre, frente a 25,5 millones de beneficio del mismo periodo de 2012, atribuido a la caída del producto bancario y al aumento de provisiones.
El banco, uno de los mayores del país, atribuyó los resultados negativos a la caída del 17,6% en el producto bancario y al refuerzo de las dotaciones en el 75% debido al aumento del desempleo y de las insolvencias por la dura y larga crisis económica de Portugal.
Los resultados publicados en la Comisión de Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) lusa son peores de lo pronosticado por los analistas.