
La presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, explica que cada uno debe hacer su planificación financiera en función de las necesidades personales y familiares de cada momento. Cuando esté comprando una vivienda y constituyendo una familia, habrá de prevenir una posible pérdida de empleo. Posteriormente, tendrá que proteger su patrimonio y garantizar la educación de sus hijos y, finalmente, pensará en la jubilación.
En la actual situación económica, ¿todavía nos queda dinero a los españoles para invertir en seguros?
Las rentas de las familias son más cortas, pero también es verdad que, en estos momentos, se están comprando otros bienes y servicios por importes incluso superiores a lo que cuesta un seguro. En resumen ¿hay capacidad? La respuesta es que sí. Y ¿por qué no se compran más? Probablemente porque desde el sector asegurador no hemos divulgado bien las ventajas que ofrecemos.
¿Por ejemplo?
En momentos de euforia económica el seguro es importantísimo, pero durante una crisis lo es mucho más porque ofrece la protección mínima que podemos tener del patrimonio que hemos acumulado.
En definitiva, que hay que rascarse el bolsillo como sea...
Como ahorro finalista a la jubilación, las familias están dedicando el 3% de su renta disponible al seguro, y las empresas bastante menos. Éstas destinan el 1,5% de su renta a generar pensiones complementarias para sus trabajadores. Pero cuando hablamos de otro tipo de coberturas, hay algunos datos muy destacables. Por ejemplo, el seguro privado de salud sigue reportando incrementos en facturación del 3%.
El seguro de automóvil es obligatorio y el de hogar muy necesario. Pero, en los tiempos que corren, ¿qué español medio puede hacer frente también a un seguro privado de salud y a un plan de pensiones privado para su jubilación?
Uno tiene que hacer su planificación financiera en función de sus necesidades personales y familiares de cada momento. Cuando está comprando una vivienda y constituyendo una familia, suele existir un elevado grado de dependencia de la renta de trabajo, por lo que habría de protegerse de una eventualidad como que esa renta pudiera desaparecer. En otro momento será necesario proteger el patrimonio que se haya podido acumular o generar prestaciones que garanticen la educación de nuestros hijos. Finalmente, deberemos pensar en qué nivel de vida vamos a querer mantener cuando nos jubilemos.
¿También seguimos contratando más seguros de hogar, a pesar del desplome inmobiliario?
En esta área se aventuraba una contracción de negocio muy destacable porque ahí había habido una eclosión muy vinculada a la propia burbuja inmobiliaria. Sin embargo, nuestros seguros combinados del hogar siguen creciendo. En general, los multirriesgos lo están haciendo a un ritmo del 0,6% y, concretamente, los de hogar a más del 2%.
¿Cómo lo explica?
Creo que es fruto de que hay una auténtica conciencia de protección del patrimonio personal y de que se producen actualizaciones de valores asegurados. Y todavía hay una estimación de parque de viviendas en este país pendiente de asegurar, que sigue siendo objetivo de desarrollo de nuestro mercado. La mayoría del resto de los seguros no vida están decreciendo porque se encuentran muy vinculados a la actividad económica.
Hablando del mercado inmobiliario, ¿notarán en algo los ciudadanos la entrada del sector asegurador en la Sociedad de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb)?
Indirectamente sí, sin duda. Estamos contribuyendo a financiar una solución técnica a una crisis financiera en cuyo origen nosotros no habíamos participado, pero sí apostamos por ser parte de la solución.
¿Cómo están evolucionando los precios en el seguro de automóvil?
Este ramo supone el 30% de no vida y es un seguro que implica el primer contacto con el cliente, para luego poder venderle más productos. Eso por la parte de la oferta. Por la de la demanda tenemos cada vez menos coches y éstos son más antiguos, por lo que se produce trasvase y reducción de garantías aseguradas y, por tanto, una disminución de precio. En cuanto a la siniestralidad, ésta se ha comportado fenomenal y esas mejoras también se están trasladando al precio.
Para las personas que quieran obtener, principalmente, rentabilidad, ¿qué alternativa aseguradora propondría frente a los depósitos bancarios?
Los dossieres de productos incorporarán cada vez más seguros de ahorro que, en este momento, tienen oportunidad de colocarse en primera línea para clientes que busquen rentabilidad, pero también más seguridad.
Las aseguradoras se van acomodando a la evolución de la sociedad. Ya existe un seguro de impago del alquiler, ¿habrá otro que cubra los desahucios?
En el tema de los desahucios, no conozco ninguna cobertura concreta en el mercado. Lo que sí existe son seguros de garantía de pagos, que cubren contingencias que no dependan en ningún caso de la voluntad del deudor.
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