Poco a poco se clarifican las alianzas entre compañías aseguradoras y antiguas cajas gestadas antes de la oleada de fusiones que puso a convivir a distintas aseguradoras del mismo ramo de actividad bajo la misma red de sucursales en contra de lo aconsejado por la normativa.
Unnim, recién adquirida por BBVA, puso ayer fin a su acuerdo con Aegon. Abonará 353 millones de euros al grupo holandés por el 50 por ciento que controla en sus filiales de Vida, Salud y Pensiones. Para Aegon supone cosechar 105 millones en plusvalías antes de impuestos y sacar un rendimiento medio anual a la inversión del 12 por ciento. La alianza se remonta a 2008, cuando Aegon pagó 190 millones a la antigua Caixa Terrassa para compartir la filial de Vida y distribuir pólizas a través de sus más de 300 sucursales. La creación de Unnim, de la unión de las cajas de Terrassa, Manlleu y Sabadell, puso a convirir bajo la misma red a Aegon y Zurich, en el negocio de Vida, y Reale, en seguros generales. El nuevo grupo bancario rescindió en 2011 el pacto con Zurich y se quedó con Aegon como socio único en Vida, pudiendo simultanear con Reale, al operar ramos distintos. Pero BBVA compra Unnim e impone su estrategia de trabajar con su propia aseguradora: paga 67,8 millones a Reale para poner fin a la relación y ahora cancela la de Aegon, que estaba dispuesta a llevar el caso a una corte de arbitraje de no lograr una contraprestación satisfactoria.
La recomposición del puzzle de bancaseguros muda la posición de Aegon, que tenía pactos con hasta cuatro entidades. CaixaBank le pagó 190 millones para deshacer la relación con Cívica, en Caja3 está pendiente de la fusión con Ibercaja y a la CAM, adquirida por el Sabadell, le reclama 600 millones en arbitraje. Sin embargo, el grupo holandés ha compensado dicha pérdida al aliarse recientemente con el Santander, que le da acceso a una cartera potencial de 12 millones de clientes y 4.600 sucursales.