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La historia de Bear Stearns puede no acabar aquí: los accionistas se movilizan en busca de una oferta mejor

J.P.MORGAN CHASE

21:59:50
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A pesar del respaldo de la Reserva Federal y de la espectacular sesión de JP Morgan ayer en Wall Street, puede que no esté todo tan claro en cuanto a la adquisición de Bear Stearns. Y es que el minúsculo precio de la transacción (sólo las oficinas del quinto banco de inversión en Nueva York valen cuatro veces más de lo que quiere pagar JP Morgan) podría provocar una reacción muy violenta de los accionistas de Bear. Mientras, los empleados de Wall Street rezan... por sus ahorros.

El mercado tampoco parece tenerlo tan claro: ayer Bear Stearns cerró en 4,81 dólares, más del doble de los 2 dólares por acción que ofrece JP Morgan (JPM.NY). Y eso a pesar de que la revalorización de JP Morgan, más de un 10%, incrementa un poco el montante total de la oferta, que es íntegramente en acciones.

"La gente está especulando con que los accionistas no van a aprobar el acuerdo de momento", señaló a MarketWatch Ryan Lentell, analista de Morningstar. "Si las condiciones del mercado mejoran, podrían tener la posibilidad de negociar un precio más alto o incluso otro postor podría salir a la palestra", añadió.

Oposición de los accionistas

El domingo ya aparecieron los primeros síntomas, lógicos por otra parte, de que los accionistas no se iban a quedar de brazos cruzados. Aquel día, JP Morgan mantuvo una conference call con los accionistas de Bear Stearns, y ya un minoritario señaló que votaría en contra de la operación.

Los comentarios de la persona, que se identificó como Brian Firestone, fueron seguidos de un breve silencio. Entonces, los directivos de JP Morgan decidieron pasar directamente a la siguiente pregunta. La perspectiva de un rechazo por parte de los accionistas empieza a ser descontada por el mercado, según algunos analistas consultados por MarketWatch.

Si los accionistas rechazan la oferta, se sucederían las votaciones durante los próximos 12 meses. JP Morgan, buscando el apoyo de los clientes de Bear, ya se ha apresurado a garantizar todas las obligaciones del banco de inversión todo el tiempo que haga falta para cerrar la operación.

Joseph Lewis tampoco la acepta

Joseph Lewis, multimillonario británico y segundo accionista de Bear Stearns, declaró ayer a la CNBC que la oferta era "irrisoria". Lewis entró en Bear Stearns el pasado invierno con la compra de 11 millones de acciones a un precio medio algo más de 107 dólares por acción, por lo que el inversor ha perdido unos 1.150 millones de dólares con su participación del 9,4%.

"Creo que es una oferta irrisoria y no creo que vayan a conseguirlo", según señaló a la cadena de televisión. El golpe podría suponer la mitad de su fortuna personal, que Forbes estimaba en 2007 en 2.500 millones de dólares. Sin embargo, la riqueza de Lewis, que es dueño del club de fútbol Tottenham Hotspurs, podría ser mucho mayor, y por ejemplo el Sunday Times la estima cercana a los 6.000 millones de dólares.

Llegan las primeras demandas

Los accionistas, buscando recuperar algo del dinero que se les ha evaporado en cuestión de horas, también van a dar guerra en los tribunales. Ayer mismo, Eastside Holding, accionista de Bear, presentó una demanda contra el banco en la corte federal de Manhattan, buscando daños y pidiendo permiso para proceder como representante de acción legal colectiva para todos los inversores que compraran acciones entre el 14 de diciembre de 2006 y el 14 de marzo de 2008. El presidente, James Cayne, y el consejero delegado, Alan Schwartz, también figuran en la demanda.

Según el demandante, Bear Stearns falló en "informar al mercado de los problemas en los problemas de los hedge funds por el deterioro del mercado de hipotecas subprime", según figura en la nota de prensa que ha emitido la firma de abogados que le representa. La compañía ya tiene sobre la mesa otra demanda en el mismo tribunal del pasado 21 de diciembre sobre los accionistas que perdieron 1.600 millones de dólares en el colapso de dos hedge funds de la firma el pasado verano.

Pero esto puede ser solo el inicio. Diversos grupos de accionistas del banco de inversión Bear Stearns también han iniciado consultas con diferentes bufetes de abogados para estudiar el posible inicio de acciones legales contra el proceso de venta del banco a JP Morgan.

"Hemos recibido consultas por parte de pequeños inversores, así como por empleados de Bear Stearns, pero también por parte de hedge funds y fondos de pensiones", indica Ira Press, quien señaló que la firma de abogados está estudiando la actual situación para determinar que tipos de demanda se ajustan a los intereses de los inversores.

Sin embargo, el respaldo gubernamental, ya que además de la Fed han apoyado el acuerdo el presidente de Estados Unidos, George W. Bush y el secretario del Tesoro, Henry Paulson, no debería animar mucho a los accionistas. Ben S. Bernanke, presidente de la Fed, que es especialista en la Gran Depresión, quería evitar que cundiera el pánico como entonces ante la crisis financiera actual, que es sobre todo una crisis de confianza en la que nadie presta dinero a nadie. Por eso, como apunta David Hendler, analista de CreditSights, esto "se ha hecho buscando los mejores intereses para el mercado". “Desafortunadamente, "los accionistas de Bear Stearns se llevan la peor parte y sólo consiguen este pago"”, añadió.

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