La nacionalización de Bankia y su matriz BFA ha generado "un elevado grado de incertidumbre en el sector", lo que en opinión de Deutsche Bank ha conducido al Ejecutivo de Mariano Rajoy a solicitar ayuda financiera a Europa hasta un total de 100.000 millones de euros.
La división española de la entidad ha remitido hoy los resultados del primer semestre del año a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), periodo en el cual obtuvo un beneficio atribuido de 4,49 millones de euros, cifra inferior en un 83,3% a la del mismo periodo de 2011, cuando el banco ganó 26,9 millones de euros.
De cara al segundo semestre de 2012 la entidad precisa que comienza con mucha incertidumbre en Europa, entre otras razones por la situación en Grecia, cuyo nuevo Gobierno "negocia con los observadores de la UE una relajación de las condiciones del rescate acordado ante la fuerte recesión en la que está inmerso el país".
En España, se espera la aprobación de las condiciones del préstamo europeo para recapitalizar las entidades financieras, y se intensifican los rumores sobre la posible solicitud de rescate por parte del Gobierno ante la creciente subida de los costes de financiación en los mercados, todo ello en un escenario de recesión mundial.
Se disparan las dotaciones
De vuelta a sus resultados, la entidad informe de que las dotaciones que tuvo que realizar durante esos seis meses sumaron 32 millones de euros (el 49,4% más que hasta junio de 2011) por la aplicación de los dos Reales Decretos aprobados por el Gobierno para sanear el sector inmobiliario.
El banco explica que la crisis de deuda que marcó casi todo el año pasado, persiste en 2012 a pesar de las muchas reformas impulsadas por el Gobierno español, lo que se debe a que "los inversores castigan la lentitud en la puesta en marcha" en cada país de las medidas adoptadas para el conjunto de la zona euro.
En cuanto al negocio del banco alemán en España, la inversión crediticia se mantuvo estable hasta junio, en 15.510 millones de euros, con un incremento de impagos del 8,79% respecto a 2011.
Este recorte situó el volumen de riesgo dudoso en 936 millones de euros, lo que representó una morosidad del 4,8%, con un índice de cobertura del 75,72 %.
El margen de intereses -diferencia entre lo que reciben por los intereses de los créditos y lo que tienen que pagar por los depósitos- fue de 183,1 millones, un 7,8% más que los 169,8 millones correspondientes al período anterior.
La entidad destinó 180,2 millones a gastos generales de administración, frente a los 179,899 de junio de 2011, y 107,04 millones, a remunerar a su personal en España, un 3,3 % menos que un año antes.
Tras descontar estas y otras cantidades al margen bruto, el resultado de explotación -el que mide más fielmente la evolución de la actividad típica bancaria- fue de 12 millones, frente a los 40 correspondientes a los seis primeros meses de 2011.
Estas cifras condujeron a un beneficio antes de impuestos en el primer semestre de 6,5 millones de euros, casi seis veces menos que los 38 millones de un año antes.