Los propietarios de farmacias han tenido que recurrir en los últimos meses al endeudamiento personal para poder sobrevivir. Los atrasos en los pagos de la Administración- cuando no los impagos- unidos al descenso en la facturación por la caída del consumo y la bajada del precio del medicamento, han llevado a esta situación a muchos farmacéuticos.
Esta circunstancia que ya vivieron el año pasado -cuando estallaron los impagos- las farmacias de Castilla-La Mancha, Andalucía o Murcia, ha vuelto a aparecer con mayor intensidad en los últimos meses en otras comunidades como Cataluña. Las farmacias catalanas han gastado en el último año más de 8 millones de euros al solicitar créditos bancarios para financiarse ante los retrasos en los pagos del Govern.
Los créditos personales solicitados por las farmacias están teniendo un interés en torno al 6%, según asegura el presidente del Consejo de Colegios Farmacéuticos de Cataluña y del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona, Jordi de Dalmases.
¿En qué consiste la fórmula del factoring?
La mayoría de las farmacias en estas circunstancias se han acogido a la fórmula de financiación a corto plazo conocida como factoring. Bajo este acuerdo, el farmacéutico recibe de su entidad bancaria un anticipo de la facturación generada por su negocio, al que se aplican unos intereses -en este caso alrededor del 6% por el crédito-. Además, según confirman los afectados, en la mayoría de los casos, los propietarios de las farmacias están avalando el crédito con el inmueble donde viven o con un plan de pensiones.
Sólo en Cataluña, siete de cada diez boticas han pedido este año créditos para continuar abiertas. A día de hoy, y según datos del Colegio de farmacias de Barcelona, la mitad de las boticas apenas genera beneficios cada mes. Según sus cálculos, la mitad de las dos mil farmacias que hay en la capital catalana generan unos beneficios inferiores al salario del titular después de pagar sueldos -generalmente de tres trabajadores- y gastos. Los datos de facturación confirman la tendencia. En los últimos tres años, las farmacias han ingresado un 35% menos.
Por otro lado, y para amortiguar la situación, los farmacéuticos han decidido reducir los stocks de productos disponibles en la farmacia, lo que, a su vez, provoca la pérdida de más de una venta.
En Valencia, cierran en verano
Por su parte, en la Comunidad Valenciana, cerca de 300 farmacias han decidido tomar vacaciones forzosas este verano. La situación por la que atraviesan las farmacias de esta Comunidad es tan crítica que resulta más rentable echar el cierre que continuar abiertas. Muchos farmacéuticos ya han alertado que no disponen de fondos suficientes para poder adquirir medicamentos, por lo que únicamente pueden dispensar aquellos fármacos que aún tienen en stock.
Los farmacéuticos de esta región cobraron la semana pasada los cerca de 80 millones de euros que quedaban pendientes de pago de la factura del mes de febrero, cuyo importe total asciende a 120 millones a los farmacéuticos de esta Comunidad, y aún se les adeudan los meses de marzo, abril, mayo, junio y, próximamente, julio, lo que supone un montante de cerca de 600 millones de euros.