El grupo prevé finalizar en 2012 el paso de los cables de alta tensión sobre el río más caudaloso del mundo, clave para unir la selva al sistema energético nacional
Al otro lado del Atlántico, en pleno corazón del Amazonas, cientos de trabajadores viven en un pequeño campamento prefabricado. Junto al río más caudaloso del mundo, llevan meses trabajando para levantar una torre de transmisión eléctrica de más de 290 metros de altura. Una estructura, en definitiva, casi tan alta como la Torre Eiffel que sobresale, imponente, sobre la masa forestal que domina el paisaje a lo largo de miles de kilómetros.
El ensamblaje de todas las piezas de esta gran estructura se terminó hace apenas unas semanas y ahora han dado comienzo los trabajos para montar una segunda torre de dimensiones similares que, si los contratiempos típicos de territorios tan hostiles no lo impiden, estará lista para finales de este año. Entonces, cuando los cables pendan sobre el río Amazonas, con dos kilómetros de ancho en esta parte, ya se podrá hablar de un hito único. Por primera vez las líneas de alta tensión cruzarán el cauce de uno de los grandes iconos naturales del planeta.
Detrás de esta gran obra de ingeniería, que no es más que una pequeña parte, aunque sí la más crítica, de un proyecto de dimensiones colosales, se encuentra la empresa española Isolux Corsán. Concretamente, estas dos torres de más de 2.400 kilos cada una forman parte de un plan de 900 millones de euros para conectar el corazón de la selva amazónica con el sistema eléctrico interconectado que se ha desarrollado en Brasil.
En total serán más de 1.190 kilómetros de líneas de alta tensión de 500kV y 230kV entre las ciudades de Macapá, en la costa, y Manaos, la capital del estado de Amazonas. Una vez esté lista toda la obra, las grandes localidades que habitan en medio de la selva podrán tener acceso a la red eléctrica nacional, lo que pondrá fin a la necesidad de construir más centrales eléctricas en el territorio, de alto valor medioambiental.
Respetar la biodiversidad
Precisamente, el respeto al entorno se ha convertido en una máxima para el Gobierno Brasileño, muy preocupado por preservar la biodiversidad respetando el hábitat de miles de seres vivos. Por ello, para evitar en la medida de los posible el impacto medioambiental, las torres que soportarán el tendido eléctrico, al margen de las dos megaestructuras ideadas para cruzar el Amazonas, son extremadamente altas, lo que implica además unos sistemas de anclaje al suelo muy avanzados. La nueva infraestructura, según la empresa, cuenta con todas las licencias necesarias mientras que, por otro lado, también ha puesto en marcha un plan de rescate de fauna y flora en peligro de extinción en el que se encuentra inmerso un equipo de biólogos.
El proyecto, que ha sido financiado por la Superintendencia de Desarrollo de la Amazonia (Sudam) y el Banco de la Amazonia (Basa), tiene otro punto de especial dificultad para los ingenieros de la obra. Y es que, por una de las zonas por las que ha de discurrir el tendido eléctrico, de más de 70 kilómetros de longitud, es un área especialmente pantanosa. Eso significa que las torres de alta tensión se soportarán parcialmente sobre unas balsas habilitadas para tal fin.
Fibra óptica
Aprovechando el recorrido del cable eléctrico el proyecto también prevé matar dos pájaros de un tiro. Es decir, que además de unir Manaos y Amapa (también en mitad de la selva) a la red eléctrica nacional, la empresa también conectará estas capitales con una red de fibra óptica que dé soporte a la creciente demanda de comunicaciones de voz y datos.
La rapidez a la que crece el mercado brasileño y la próxima celebración del Mundial de Fútbol en 2014, y de los Juegos Olímpicos en 2016, ha empujado al Gobierno del país ha anunciar un plan de infraestructuras que prevé inversiones de más de 53.000 millones de euros en total. Con este anuncio Brasil pretende poner fin a la demanda de infraestructuras que tiene el país, ocupado en su mayoría por la selva amazónica, la cual complica mucho todas las obras para conectar el centro del país con la costa, donde se concentra principalmente la población brasileña.