Empresas y finanzas

Compañía de EEUU trazará el plan maestro de gasoducto y oleoducto Transcaspio

Bakú, 29 feb (EFECOM).- La compañía estadounidense Kellog Brown&Root trazará el primer plan maestro para el tendido de gasoductos y oleoductos a través del mar Caspio, proyecto conocido como Transcaspio y que tiene como valedores a EEUU y la UE.

La Compañía Estatal de Petróleo de Azerbaiyán (CEPA) anunció hoy en un comunicado que la constructora Kellog Brown&Root es la ganadora del concurso internacional convocado y en el que participaron once compañías ingenieras internacionales.

A la hora de elaborar el plan maestro la compañía estadounidense ha forjado un alianza con su subsidiaria Granherne.

Además, como subcontratistas participarán el instituto azerbaiyano Neftgazproekt, la compañía local Azerkoservis, la estadounidense McDermott y la kazaja KazEkoProject.

El plan maestro consistirá en delinear los aspectos técnicos, comerciales y legales, en estimar las reservas de los yacimientos de los que partirán los gasoductos y oleoductos, además de establecer las exportación de los hidrocarburos a Europa.

Washington concedió en agosto de 2007 un préstamo de 1,7 millones de dólares a la CEPA para elaborar un estudio técnico-económico sobre la viabilidad financiera del proyecto Transcaspio.

Tanto EEUU como la UE promueven este proyecto, que busca romper el monopolio del consorcio ruso Gazprom sobre el transporte del gas de Asia Central y el Caspio a Europa.

El Transcaspio permitiría eludir suelo ruso y enlazaría los yacimientos de gas centroasiáticos con Azerbaiyán y el ya existente conducto Baku-Tiflis-Erzerum (Turquía).

En caso de hacerse realidad, el proyecto también conectaría con el oleoducto Bakú-Tiflis-Ceyhán, que opera desde julio de 2006.

De todo ello también depende en gran medida la viabilidad del proyecto Nabucco (Turquía-Bulgaria-Rumanía-Hungría-Austria), de 3.300 kilómetros y una capacidad de hasta 31.000 millones de metros cúbicos anuales, con el que compite Rusia con proyecto South Stream a través del mar Negro.

En la pugna por el control de los hidrocarburos centroasiáticos Rusia lleva ventaja, ya que suscribió en mayo de 2007 un acuerdo por Kazajistán y Turkmenistán para el tendido del Gasoducto del Caspio.

Ese gasoducto, de 510 kilómetros de longitud, bordearía ese mar y tendría una capacidad inicial de bombeo de 12.000 millones de metros cúbicos de gas, que aumentaría hasta los 30.000 millones para 2017.

Esa iniciativa supuso un jarro de agua fría para la UE, que desea reducir su dependencia del gas de Rusia, el mayor productor y exportador mundial, al que le es más rentable comprar el gas natural a Turkmenistán que extraerlo de los yacimientos de Siberia.

No obstante, ni Turkmenistán, ni Kazajistán han descartado su participación en otros proyectos.

Por ello, la UE no pierde la esperanza de que esta región satisfaga para 2030 una quinta parte de las necesidades energéticas, fecha para la que se espera que la comunidad importe un 70% de la energía que consume.

Rusia satisface actualmente el 40% de las importaciones de gas de la UE, porcentaje que no hace sino aumentar, lo que coloca a la economía comunitaria a merced de los caprichosos vaivenes de la política rusa.

Además de Rusia, la UE y EEUU, cuya compañía Chevrón fue invitada por Turkmenistán a extraer petróleo en el Caspio, también China consiguió a finales del pasado año acceso a los yacimientos de la zona, mientras Irán está a la expectativa.

El Instituto de Investigaciones Estratégicas de Kazajistán estima en unos 30.000 millones de barriles de crudo las reservas del Caspio, además de cinco billones de metros cúbicos de gas, cifras que convertirían a ese mar en alternativa a Oriente Medio.EFECOM

fg-io/si/jla

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky