Empresas y finanzas

La banca española podría quedarse con la mitad de las emisiones del Tesoro en 2012

  • Parte de los préstamos del BCE se destinará a estas compras

Durante gran parte del año pasado, los inversores se lamentaron de la falta de una acción contundente por parte del Banco Central Europeo (BCE) a la hora de abordar la crisis de deuda. Pero la institución tenía otros planes en mente para intentar restaurar la confianza en el mercado. Entre ellos, una subasta excepcional de liquidez a tres años. ¿Hay razones para creer que la crisis financiera llega a su fin?

El pasado 21 de diciembre, el BCE prestó 489.000 millones de euros a 523 bancos europeos a 3 años. La operación coincidió con una fuerte caída de la prima de riesgo de los países con más problemas, principalmente de Italia y España. Pero, además, la operación sirvió para transmitir al mercado que los bancos de la región tienen acceso a la financiación.

Pero no sólo eso. La operación del BCE también ha servido a los bancos para obtener liquidez con la que comprar deuda pública de su propio país, garantizando el éxito de las subastas. Las entidades financieras piden dinero prestado del BCE al 1% y emplean ese dinero para comprar deuda pública con un rendimiento más elevado, quedándose con la diferencia. A finales de febrero habrá una nueva inyección de liquidez a tres años.

Los analistas de Morgan Stanley calculan que un "número razonable" de bancos están debatiendo entrar en este carry trade. En su opinión, las entidades españolas podrían usar estos préstamos del BCE para comprar entre 15.000 y 45.000 millones de la deuda que tiene previsto emitir el Tesoro a lo largo de 2012. Según sus cálculos, absorberían hasta la mitad de todo lo emitido por el erario público este ejercicio, según recoge The Wall Street Journal. Los bancos italianos, por su parte, podrían adquirir incluso más del 50%.

"Básicamente, la única razón de que la subasta del Tesoro de hace dos semanas fuera tan bien es la abundante liquidez del BCE, y con otra subasta (de liquidez a tres años) en febrero, por ahora el mercado parece muy complaciente", explicó a Reuters Michael Leister, estratega de DZ Bank.

Cae el rendimiento

Lo que está claro es que el rendimiento de los bonos italianos a dos años se ha reducido hasta el 3,9% desde el 5% registrado justo antes de Navidad y desde el pico del 7,8% de finales de noviembre. En el caso español, el interés ha caído hasta el 3,3% desde un máximo del 6,2%. Este giro se ha producido sin que el BCE haya intensificado su compra de deuda española e italiana, como muchos inversores habían reclamado.

"El mercado no pensaba que esto iba a ser todo lo positivo que ha sido", comenta Mohit Kumar, uno de los analistas jefe de Deutsche Bank. "La consecuencias de la operación del BCE ha sido mucho mejor de lo que el mercado estaba anticipando".

En cualquier caso, no hay cifras exactas sobre el porcentaje que los bancos destinan a adquirir deuda pública. El propio presidente del BCE, Mario Draghi, espera que haya una demanda "sustancial" en la próxima subasta de liquidez a tres años prevista para febrero. Incluso los analistas de Morgan Stanley calculan que el BCE podría prestar otros 400.000 millones de euros.

La caída de la rentabilidad de los bonos ha aliviado la presión sobre los países afectados. Al mismo tiempo, las condiciones en el mercado interbancario, caso en el que los bancos se prestan entre ellos, han mejorado desde el año pasado, cuando estuvo prácticamente congelado.

Gran desconfianza

Los bancos pueden usar el dinero como quieran, aunque lo cierto es que muchos optan por estacionarlo en el BCE. Los bancos de la zona euro depositaron el pasado martes en la institución un total de 528.184 millones de euros, una cantidad que supone un nuevo máximo histórico como reflejo de la persistente desconfianza entre las entidades, que prefieren salvaguardar sus recursos en la 'hucha' de la institución emisora antes que buscar mayores rendimientos mediante inversiones y la concesión de préstamos.

Los más escépticos aseguran que la subasta extraordinaria de refinanciación a tres años en realidad muestra que la situación en Europa es más estable de lo que realmente es. A pesar de que proporciona un cierto alivio a la banca, en realidad no se ocupa de los considerables problemas fiscales y económicos que sufre el continente.

Huw Worthington, estratega de renta fija de Barclays Capital en Londres, dice que muchos inversores a largo plazo se mantienen escépticos: "No creo que las cosas hayan cambiado mucho", apunta.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky