Empresas y finanzas

Barça - Manchester: Máquinas de golear... y facturar

El entrenador del FC Barcelona, Josep Guardiola | EFE

No hay en el planeta fútbol ningún otro partido a nivel de clubes que genere un impacto comercial tan grande como una final de Liga de Campeones. Sirva como ejemplo la edición disputada hace un año en el estadio Santiago Bernabéu, que según un estudio realizado por Mastercard (precisamente uno de los patrocinadores del evento) aportó a la economía europea una inyección de más de 350 millones de euros.

El Real Madrid, que no jugó pero sí ejerció de anfitrión y, por tanto, organizador de la final, obtuvo 27 millones por prestar el campo, según figura en las cuentas del propio club.

A esto cabe sumar la repercusión internacional a nivel televisivo, que en cifras se traduce en 280 millones de espectadores pegados a la televisión para seguir en directo el encuentro que determina quién es el mejor equipo del momento. Y por añadirle una dimensión empresarial al asunto, en una final de la Champions llegan a participar más de 200 empresas.

Hasta aquí una visión general del impacto, en términos económicos, del partido. Pero sucede que éste puede ser mayor en función de quiénes sean los contendientes que lleguen a la final.

Y la que hoy se disputa en el mítico estadio londinense de Wembley reúne nada más y nada menos que a los dos clubes que mejor provecho han sacado esta temporada en lo que respecta a la explotación comercial de su marca.

A un lado está el Barcelona y su flamante contrato con la Fundación Qatar, el mayor jamás firmado por un club de fútbol, que le reportará hasta 2016 una partida de 170 millones de euros, a razón de 34 por cada uno de los cinco años de relación.

Al otro se sitúa el Manchester United, un club que en la última década se ha convertido en pionero a la hora de abrir nuevas puertas que lleven a la maximización de ingresos mediante la explotación de su marca en diferentes mercados.

Fue el primero en aventurarse en el mercado asiático con giras veraniegas, una iniciativa copiada posteriormente por el resto de grandes clubes europeos. Y fue también el primero en descubrir la rentabilidad, en términos de venta de camisetas y productos licenciados, de los más de 330 millones de seguidores que, según datos aportados por el propio Manchester United, tiene distribuidos por todo el mundo.

El rey del 'merchandising'

Los diablos rojos, sobrenombre con el que se conoce al Manchester United, son una apisonadora cuando se trata de potenciar sus capacidades comerciales. Así lo han demostrado en el último año, dándole una vuelta de tuerca al concepto de patrocinio deportivo. La gestión de su marca le ha llevado a captar, desde 2009, un total de 15 patrocinadores diferentes. Su estrategia se basa en estructurar a sus anunciantes en dos categorías.

Por un lado los patrocinios globales, por otro contratos individuales en cada uno de los mercados donde tiene presencia. Sólo en lo que respecta esta temporada ha superado los 100 millones de facturación por este concepto. En total, el marketing y la venta de productos licenciados le arrojan 128 millones cada año, 6 más de lo que factura el Barça.

El más rico... del futuro

Independientemente de quién gane esta noche en el terreno de juego, lo que sí apuntan las cuentas de uno y otro club es a que será el Barcelona quien se imponga en el terreno comercial a partir de la próxima temporada, debido principalmente a su contrato con la Fundación Qatar y sus jugosos 170 millones de euros.

Según el exdirector de marketing del Barcelona y actual agente de futbolistas Esteve Calzada, el Barça facturará el próximo ejercicio unos ingresos estimados en 448 millones, lo que le valdrá para adelantar al Real Madrid en cinco millones como club más rico (en el capítulo de facturación) del mundo. Actualmente el Madrid ocupa el primer puesto de esta clasificación que elabora cada año la consultora Deloitte.

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