La familia Daurella, inmersa en una carrera compradora, está presente en 16 países
MADRID. Casi sin hacer ruido, la familia Daurella, propietaria de Cobega, la embotelladora del grupo Coca-Cola en España, continúa agrandando su imperio. Según ha podido saber este periódico, la compañía de origen catalán acaba de cerrar al adquisición de la planta embotelladora de la multinacional norteamericana para toda Islandia, siendo este el primer país europeo donde cuentan con presencia después de España.
Con esta operación, en la que han sido asesorados por el gabinete jurídico Latham & Watkins, Cobega es ya la encargada de distribuir en exclusiva todos los productos de Coca-Cola Company en un total de dieciseis países, en su mayoría localizados en el continente africano. Representantes del consejo de administración de la compañía se encontraban ayer en Islandia cerrando los últimos flecos de una operación de la que por el momento se desconoce el montante final.
Durante los últimos años, Cobega ha venido protagonizando una carrera compradora poco habitual entre las grandes corporaciones encargadas de distribuir los productos de Coca-Cola en el mundo. A golpe de fondos propios, esta empresa familiar ha logrado ocupar un puesto de relevancia en el entramado mundial de Coca-Cola. No en vano, su relación con el presidente mundial de la multinacional, Muthar Kent, viene siendo muy estrecha desde hace ya bastantes años.
Perfil poco visible
Aunque no resulten conocidos para el gran público, la saga de los Daurella ha ido levantando un imperio a la sombra del éxito mundial de Coca-Cola. El clan barcelonés fue el primero en obtener una licencia para embotellar Coca-Cola en España allá por 1951. Poco a poco, Cobega ha ido creciendo hasta alcanzar el top cinco de las concesionarias de Coca-Cola en Europa, un negocio dominado en su mayoría por grandes multinacionales.
La vicepresidenta del grupo, Sol Daurella, es quizá la cara algo más visible de la familia, ya que ostenta además un puesto en el consejo del Banco Sabadell.