París, 6 nov (EFECOM).- El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se desplazó hoy hasta el puerto bretón de Le Guilvinec para anunciar un dispositivo de ayudas para el sector pesquero en compensación por el tirón del precio del combustible que ha suscitado una oleada de protestas en los últimos días.
Sarkozy insistió en que no está dispuesto a "dejar morir la pesca" después de ser abucheado por varios cientos de pescadores, y presentó tres medidas de ayuda al sector, la más concreta e inmediata la exoneración total de las cotizaciones patronales y salariales durante seis meses, con un costo estimado de 21 millones de euros por trimestre.
También encargó a su ministro de Agricultura y Pesca, Michel Barnier, que le acompañó a Le Guilvinec, que elabore de concierto con la profesión en un plazo de tres meses "un mecanismo duradero que integre el costo del gasóleo en el precio" de venta del pescado al consumidor, es decir, que se puedan repercutir las variaciones del combustible.
Por último, el presidente francés -que debía salir desde Bretaña hacia Washington para iniciar un viaje oficial a Estados Unidos- avanzó que Barnier trabajará igualmente en un plan para modernizar los motores de los pesqueros con el objetivo de "reducir su consumo de gasóleo".
En una primera reacción, los representantes de los pescadores, que estos últimos días han organizado bloqueos de puertos y de depósitos de combustible en la franja atlántica, consideraron que Sarkozy había "tomado conciencia" de los problemas generados por el encarecimiento del combustible para la supervivencia del sector.
El presidente del comité de pesca de Le Guilvinec, Robert Bouguéon, estimó que los anuncios del jefe del Estado significan que "hemos obtenidos en parte lo que esperábamos", aunque se declaró prudente a la espera de que se concreten los anuncios.
El colectivo de pescadores reclamaba un gasóleo a 30 céntimos de euro, en lugar de los 53 que tiene que pagar en la actualidad. EFECOM
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