Empresas y finanzas

El YouTube de los políticos: los partidos recurren a la tecnología para promocionarse

La publicidad ha cambiado, también en política. Ahora es posible colgar un vídeo en Internet, crear expectación en torno a él y conseguir que reciba decenas de miles de visitas en cuestión de días. La inversión inicial es escasa. El resultado: una gran notoriedad.

Las empresas saben sacar partido a este nuevo marketing. Amo a Laura, la campaña del canal musical MTV, marcó un hito en 2006 y es el mejor ejemplo de ello. Los partidos políticos, que a fin de cuentas venden su producto como las empresas, también aprovechan este filón.

60.000 visualizaciones

José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, y Mariano Rajoy, líder de la oposición, han protagonizado sendos vídeos que se han visualizado en YouTube 60.000 veces (el de Zapatero) y 16.000 (el de Rajoy). En su vídeo, el candidato del PP a la presidencia invitaba a los españoles a disfrutar el Día de la Hispanidad (12 de octubre). Por su parte, el documento que protagoniza el presidente tiene especial importancia porque constituye un fuerte pilar de la campaña Con Z de Zapatero, que durante varias semanas pretende divulgar logros del Ejecutivo socialista desde 2004. Una propaganda que tiene en mente las elecciones de marzo de 2008.

A un partido le cuesta muy poco dinero colgar en la red un vídeo polémico de su líder. El boca a boca hace el resto y sólo queda esperar las visitas. Es lo que se llama marketing viral, porque se extiende entre la población como un virus, sin que la empresa (o partido) haga un gran esfuerzo.

El experto en comunicación política José Luis Sanchís explica que, en realidad, "en toda campaña electoral hay mucho marketing viral. Es una parte habitual de una campaña política. Cualquier cosa que forme parte de la campaña se comenta y aparece en los medios: televisión, prensa, radio... Lo oye multitud de gente".

Sanchís añade: "El vídeo se ha hecho siempre, pero hasta que llegó Internet no lo podías colgar. Sin embargo, todas las campañas tienen la careta de 30 segundos, parecida a un spot publicitario". El problema es que esa propaganda "se emite en programas de 10 minutos que no tienen nada de audiencia", al contrario de lo que ocurre con los nuevos vídeos, que, controvertidos, llegan a ser muy populares.

Como el de las Juventudes Socialistas, el brazo joven del PSOE, en defensa de la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Una grabación que relacionaba a los jóvenes votantes del PP con un individuo estúpido, retrógrado y pijo. Caracterizada como "divertida" por el presidente del Gobierno y duramente criticada por la oposición, el caso es que muchos españoles quisieron verla. Hasta ayer había recibido cerca de 170.000 visitas en la web de YouTube.

Respecto a la discutida idoneidad de esta campaña de los más jóvenes del PSOE, Sanchís considera que "un emisor simpático pasa un mensaje simpático; un emisor joven pasa un mensaje políticamente incorrecto. El anuncio va dirigido a crear un debate. En este caso, pienso que estaba excedido y produjo efectos contraproducentes". ¿Debió la cúpula del partido controlar ese vídeo para evitar efectos nocivos? "Siempre hay enfrentamiento entre juventud y seniors. Los jóvenes simpre piden cosas políticamente no convenientes. Pero las cúpulas son muy cuidadosas con las juventudes".

Convocatorias vía 'sms'

No todo el marketing viral necesita conexión a Internet. Los sms (mensajes cortos de texto a través del teléfono móvil) también ya son utilizados por los partidos políticos. "La primera vez que se empleó en España fue en 2004, para convocar la manifestación del 13 de marzo. Pero desde siempre se ha utilizado en manifestaciones contra el G-7 en Génova y en otros lugares del mundo", señala Sanchís.

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