
Las cajas catalanas han acudido hoy a la Comisión de Economía del Parlament para justificar sus estrategias en el proceso de reestructuración del sector. De su comparecencia se desprende poca autocrítica, mucha complacencia y ninguna novedad sobre la línea de actuación que ha escogido cada una.
La Caixa ha defendido la creación de CaixaBank; Unnim y CatalunyaCaixa, las bondades de sus sendas fusiones, y Caixa Penedés y Laietana han alegado que la mejor opción era incorporarse al Sistema Institucional de Protección (SIP) que tendrán bancos fuera de Cataluña, y en los que ambas entidades de ahorro son minoritarios.
Los diputados han preguntado de manera genérica por el sector, sin incidir en las cuestiones concretas de cada entidad y se han mostrado muy agradecidos de que, por primera vez en la historia las cajas de ahorros catalanas, hayan comparecido ante el Parlament.
Y eso que las cajas han escogido en todos los casos representantes de segundo nivel: La Caixa y CatalunyaCaixa han optado por enviar a los directores de sus servicios de estudios, Jordi Gual y Albert Segura, respectivamente; mientras que Unnim ha enviado al director de su grupo financiero, Albert Renté; Caixa Penedés, al director de inversiones, Enric Venancio; y Laietana a su secretario general, Pere Tió.
Poca autocrítica
La única intervención mínimamente crítica ha sido la del diputado de Ciutadans, Jordi Cañas, que ha reclamado a los representantes de las cajas más autocrítica sobre su responsabilidad en la crisis financiera, ha pedido fechas concretas sobre cuándo volverá el crédito a las empresas y ha criticado las subidas salariales de los directivos del sector en medio de la crisis, en especial las de CatalunyaCaixa.
"Ha habido una mala gestión de las cajas de ahorro en su modelo de negocio. Es curioso que hay un FROB para las cajas, pero no para los autónomos, para las pymes, para las empresas solventes que ahora no tienen créditos", ha señalado Cañas.
De los ponentes sólo uno ha reconocido errores del sector, y ha sido Enric Venancio, el representante de Caixa Penedés, entidad que se ha integrado en BMN.
Venancio ha señalado que "todos cometimos errores en el sector inmobiliario y ahora el reto es ver cómo se reconvierten los volúmenes de crédito en actividades más productivas".
Venancio también ha reconocido de manera implícita que el sector ha llegado tarde a las fusiones. "Es cierto que no hicimos frente a la excesiva fragmentación del sector", ha declarado.
6.000 euros de ayudas públicas
Jordi Gual (La Caixa), por su parte ha relativizado las ayudas públicas que está recibiendo el sector, al calucular que el importe que finalmente recibirá el conjunto de cajas del FROB se limitará a 6.000 millones de euros, según los cálculos de la primera caja.
"Las entidades catalanas han de tener más capital, no ha de quedar ninguna duda sobre nuestra solvencia. Hemos de ser más papistas que el papa y la creación de CaixaBank es la demostración de que esta línea se puede conseguir", ha defendido Gual.
Por su parte, el secretario general de Caixa Laietana, ahora integrada en Bankia, Pere Tió, ha señalado que "de todas las posibilidades nosotros hemos adoptado el SIP, porque nos permite mantener la personalidad de las cajas, ganando volumen y teniendo el apoyo del resto de entidades".
Sobre la búsqueda de socios en la que está embarcada Unnim, Albert Renté ha asegurado que su red tiene valor y que saldrán adelante.