
Cada salón del automóvil tiene su propia idiosincrasia. En Ginebra se pueden ver los prototipos más espectaculares, en Fráncfort los modelos de serie que invadirán el mercado europeo y en la capital nipona, los fabricantes locales tiran la casa por la ventana en un alarde de imaginación.
Coches imposibles (o no, nunca se sabe), con propuestas cuanto menos poco convencionales, se darán cita en Tokio a partir de finales de este mes hasta el 11 de noviembre.
Empecemos por un coche normalito, el Honda CR-Z, una especie de deportivo de altas prestaciones equipado con un motor de gasolina y otro eléctrico que, según el fabricante, ofrece un alto rendimiento y bajas emisiones. Las siglas CR-Z significan Compact Renaissance Zero, que trata de expresar un renacimiento en el diseño de los compactos. Sin salir de Honda, el Puyo trata de aportar soluciones de espacio y ecología en el cada vez más difícil tráfico urbano. Es un coche eléctrico alimentado por hidrógeno y con apertura lateral de las puertas. La carrocería es luminiscente, con el fin de orientar a las personas sobre su posición, pero también para notificar las condiciones del vehículo, mejorando la relación entre conductor y máquina.
Con la misma intención, conjugar la deportividad con el cuidado del entorno, ha presentado Mazda su Taiki, o lo que es lo mismo, atmósfera en japonés. Es un cupé biplaza de tracción trasera con todo el equipamiento deportivo de los modelos rotativos del fabricante.
Nissan da una nueva vuelta de tuerca a su Pivo (un automóvil cuyo habitáculo es capaz de rotar 360 grados) con el modelo 2. Se trata de un prototipo propulsado por las baterías Litio-Ion. Hacen uso de las tecnologías by wire, que sustituyen a los tradicionales sistemas mecánicos de accionamiento de la dirección y los frenos. A los que leyeron El principito les recordará a una serpiente después de tragarse un elefante. Otro modelo es el Round Box (Rd-Bx), en el que se mezcla deportividad y libertad.
Coches multigénero
Suzuki también evoluciona el Kizashi, un modelo que aúna formas de familiar, cupé, deportivo y todoterreno. Y como divertimento, un mini coche llamado SSC (Suzuki Sharing Coach), pensado para mejorar la movilidad dentro de ciudades saturadas de tráfico. Su particularidad es que alberga en su interior dos módulos de transporte unipersonales llamados Pixy.
Cerramos el capítulo de curiosidades con Toyota y sus múltiples prototipos, de entre los que destacamos el Rin, que se caracteriza por unos asientos que mantienen la correcta postura de los ocupantes y unas ventanillas con cristales verdes para reducir los rayos ultravioletas. También impacta el i-Real, que usa tres ruedas (dos frontales y una trasera) y varía la distancia entre sus ejes en función de la velocidad.