Lisboa, 12 oct (EFECOM).- El Gobierno portugués entregó hoy en el Parlamento los Presupuestos Generales de 2008 en el que revisa a la baja las previsiones de crecimiento para el próximo año y lo sitúa en el 2,2 por ciento, debido a la inestabilidad internacional.
Este ritmo es menor a la última previsión gubernamental, realizada en diciembre de 2006, que cifraba en el 2,4 el crecimiento para 2008.
El ministro de Finanzas, Fernando Teixeira dos Santos, dijo que esta propuesta, que deberá ser aprobada por la mayoría socialista en la Cámara, revisa a la baja las previsiones de crecimiento por una cuestión de "prudencia" ante la inestabilidad de la economía internacional.
"La revisión no quiere decir que sea menos optimista en relación a la capacidad de crecimiento de la economía portuguesa", dijo en rueda de prensa el ministro, que agregó que las reformas introducidas por el Gobierno han "fortalecido a la economía" y han aumentado la confianza de los agentes económicos.
El Gobierno justifica esta revisión en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) debido al consumo privado (que cae del 2 al 1,4 por ciento) y a un recorte de una décima en las previsiones de las exportaciones, mientras que las importaciones aumentarán un 3,9 por ciento.
La economía lusa en 2008 estará influenciada por el aumento de las exportaciones, que crecerán un 6,7 por ciento, y la inversión, que el Ejecutivo espera que triplique los datos de 2007 y alcance el 4 por ciento.
Los Presupuestos elaborados por el Ejecutivo prevén que la tasa de desempleo se sitúe este año en el 7,8 por ciento, 0,3 puntos porcentuales por encima de lo inicialmente previsto.
Para el próximo año, estima una reducción de dos décimas, una tasa 0,4 puntos superior a lo anteriormente esperado.
El Gobierno apuntó que a finales de este año la tasa de inflación se situará en el 2,3 por ciento, al tiempo que en 2008 registrará un descenso de dos décimas.
Los ingresos fiscales durante 2008 aumentarán un 3,8 por ciento en relación a lo previsto para este año y alcanzarán unos 36.450 millones de euros.
Los impuestos directos supondrán cerca de 14.800 millones de euros, lo que supone un aumento del 3,9 por ciento, mientras que los indirectos se incrementarán en 3,8 puntos porcentuales, hasta llegar a cerca de 21.600 millones de euros.
Según el documento, el Estado venderá participaciones en empresas por un valor de 900 millones de euros y, aunque el Gobierno no adelanta cuáles serán las posibles sociedades, estas podrían ser Redes Energéticas Nacionales (REN), la petrolera Galp Energía, la aerolínea TAP, la gestora de aeropuertos ANA y la papelera Inapa. EFECOM
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