Bruselas, 14 sep (EFECOM).- La profunda reforma del marco regulador de acceso a las redes digitales que prepara la Comisión Europea (CE) reducirá de forma significativa el desarrollo de infraestructuras y limitará la competencia y la cifra de abonados, según la Asociación Europeas de Operadores de Telecomunicaciones (ETNO).
Así figura en las conclusiones de un estudio independiente, encargado a la consultora LECG, difundido hoy, que mide el impacto que tendría dicha reforma en el desarrollo de infraestructuras nuevas o alternativas en la UE, sobre la que la CE presentará, tras amplias consultas con el sector, una propuesta de directiva a comienzos de noviembre.
Según explicó en una rueda de prensa el profesor Leonard Waverman, de la London Business School y miembro de LECG, una "modesta" reducción del 10 por ciento de los precios de la desagregación del bucle local de abonado (alquiler por los operadores del último tramo) "conducirá a una reducción del 18 por ciento de la media de abonados en infraestructuras alternativas de banda ancha".
La pérdida de accesos alternativos en el conjunto del mercado de la banda ancha, dijo, conduciría a su vez a una pérdida de inversión en infraestructuras estimada en unos 10.000 millones de euros, tanto de los operadores tradicionales como los que tratan de competir en el sector.
El estudio pone de relieve que, además, el impacto económico de un desarrollo más lento de las nuevas redes de alta tasa de transferencia, en términos de PIB y empleo, podría alcanzar los 30.000 millones de euros.
"Lo que queremos son plataformas que compitan entre sí", apuntó Waverman, quien precisó que la desagregación del bucle local de abonado "puede ser importante para favorecer la competencia en la oferta de servicios".
En su estudio, LECG considera "oportuno y pertinente" que se realice un examen de la relación entre la regulación del acceso y la inversión en las redes, y apunta que la forma en que se regulen las próximas generaciones de redes (NGN) es uno de los asuntos "más urgentes".
A ese respecto señala que España es uno de los países en los que los reguladores están valorando cómo hacerlo.
El debate sobre la regulación del acceso a las NGN se produce en un contexto en el que "Europa se sitúa lejos de Estados Unidos y Asia en el despliegue de fibra a los hogares".
El estudio señala que entre 2004 y 2006 el número de abonados a la fibra creció de sólo 69.000 a 1,4 millones en Estados Unidos, donde se suavizó la regulación en banda ancha.
Sin embargo, en algunos países de Europa, entre ellos España, creció mucho menos, ya que la cifra pasó de 488.000 a 870.000 abonados. EFECOM
ava/met/ltm
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