Por Jorge A. Bañales
Washington, 6 ago (EFECOM).- Los mercados financieros están nerviosos, el sector hipotecario en estampida y el crédito en retirada, pero la mayoría de los analistas cree que la Reserva Federal, en su reunión de mañana, mantendrá su política monetaria.
El Comité de Mercado Abierto de la Reserva, que timonea la política monetaria, dará a conocer su decisión en un comunicado a las 18:15 GMT, en el cual probablemente incluirá alguna mención a la lentitud del crecimiento económico.
Pero los analistas, y los mercados, creen que la Reserva continuará con su política económica que mantiene la tasa de interés interbancario en el 5,25 por ciento desde junio de 2006, y la vigilancia fija en las presiones de inflación.
"Los componentes fundamentales de la coyuntura económica se mantienen, realmente, sin cambios", dijo el miembro de la Junta de Gobernadores de la Reserva, Randall Kroszner, en su testimonio ante el Comité Bancario del Senado, la semana pasada.
Durante las últimas semanas ha habido bruscas variaciones en los mercados financieros que, para muchos expertos, forman parte de las periódicas correcciones del mercado que atenuan los entusiasmos especuladores.
Desde el 19 de julio ha habido una caída del 7 por ciento en los índices de las bolsas, y esto ha acentuado los clamores de algunos inversionistas para que la Reserva afloje su política monetaria y alivie el costo del crédito.
Quienes reclaman ya una política monetaria más flexible señalan que la inflación subyacente, calculada por el índice de precios en gastos de consumo personal -una medida favorita de la Reserva- marcó en junio un ritmo anual del 1,9 por ciento, comparado con el 2,5 por ciento en febrero.
Pero los altibajos en las bolsas son apenas sobresaltos comparados con una caída del 23 por ciento, en un solo día, del índice Dow Jones en 1987, o la sacudida que causaron los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, que cerraron las operaciones en Wall Street.
"Estas viarazas de los mercados son típicas y no hay mucho de qué sorprenderse", opinó el presidente de la Reserva Federal de St. Louis, William Poole, durante una presentación la semana pasada en Columbia, Misuri.
El sector inmobiliario tuvo otro tropiezo hoy cuando American Home Mortgage Investment se convirtió en la segunda prestamista más grande que se declara en bancarrota en lo que va del año.
La empresa dijo que sus activos ascienden a más de 100 millones de dólares, mientras que sus deudas a unos 100.000 acreedores también superan los 100 millones.
En abril marchó a la bancarrota New Century Financial Corporation dando el tono de la actual restricción del crédito, después de años de préstamos hipotecarios de alto riesgo que ahora se traducen en decenas de miles de ejecuciones judiciales y una depresión en el negocio inmobiliario.
Además de la caída en las ventas de casas, el gasto de los consumidores -que en EEUU equivale a casi el 70 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) y que ha mantenido la economía en marcha- ha venido haciéndose más lento.
Las ventas de vehículos automotores en julio marcaron su nivel mensual más bajo en nueve años.
El índice de desempleo subió en julio una décima, al 4,6 por ciento, y la ganancia neta de empleos se hizo más lenta, pero al mismo tiempo los datos muestran que la disminución mayor ocurrió en el empleo público, mientras que aumentó en el sector privado.
"Las posibilidades de una recesión han subido al 45 por ciento", según Lyle Gramley, un ex gobernador de la Reserva que ahora trabaja como asesor económico de la firma de inversiones Stanford Group, en Washington.
En el mercado de futuros los inversionistas han aumentado sus apuestas en el sentido de que la Reserva aflojará su política monetaria antes de fin de año.
Hasta fines de julio, antes de las últimas caídas de las bolsas por el miedo a una restricción del crédito, las probabilidades se estimaban en menos del 50 por ciento, y ahora han subido al 90 por ciento. EFECOM
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