Brasilia, 22 jun (EFECOM).- El Gobierno brasileño reconoció hoy que la crisis de la aviación civil en el país ha llegado a "un momento de extrema gravedad" y decidió suspender a los controladores aéreos que en esta semana han participado en constantes huelgas de celo.
El anuncio fue hecho por el comandante de la Aeronáutica, Juniti Saito, tras una reunión con el presidente del país, Luiz Inácio Lula da Silva, quien hoy convocó a una reunión extraordinaria a algunos de los miembros de su gabinete ante el agravamiento de la crisis.
Según fuentes oficiales, de los 1.130 vuelos programados para hoy en el país, el 30 por ciento tenían atrasos superiores a una hora y que en algunos casos acumulaban doce o catorce horas, mientras que 97 habían sido cancelados.
Saito admitió que "el momento es de extrema gravedad" y atribuyó los problemas, que se agravan sin pausa desde el pasado martes, "al comportamiento repetitivo de algunos controladores", que "ha traído nuevos y preocupantes problemas para la actividad aérea en el país".
Según el jefe militar, "de forma intransigente, un pequeño grupo de sargentos controladores se ha negado a trabajar con los equipos disponibles para las actividades de control", lo que consideró que "es inaceptable, porque viola el derecho de las personas a ir y venir y causa un enorme sufrimiento a la sociedad".
Saito explicó que Lula ha determinado que los controladores huelguistas sean apartados de sus cargos y que se les sancione según establecen las leyes.
Aunque muchos de los controladores son civiles, la actividad de control aéreo en Brasil está militarizada, estatus que los propios funcionarios exigen que sea revisado, sobre todo porque limita sus salarios a lo que gana un sargento de la Fuerza Aérea.
Saito confirmó además que el presidente y el vicepresidente del sindicato de controladores han sido arrestados por orden del Comando de la Aeronáutica, debido a que hicieron declaraciones a la prensa sin autorización de sus superiores.
En dos entrevistas separadas, los dos controladores ahora presos denunciaron nuevamente que trabajan con equipos obsoletos y también una serie de fallos graves derivados de falta de inversión y otros problemas.
Aunque Saito no precisó cuántos controladores serán suspendidos, fuentes del sector dijeron que serían entre catorce y quince, todos del centro de control aéreo de Brasilia, que vigila el espacio aéreo de buena parte de la Amazonía y el estado de Sao Paulo.
El jefe castrense explicó que los controladores suspendidos serán inmediatamente reemplazados por un equipo "civil y militar" que ha sido entrenado durante los últimos meses.
La crisis aeroportuaria, que volvió a agudizarse esta semana tras el arresto de los dos controladores, se arrastra desde el pasado el 29 de septiembre, cuando 154 personas murieron en un accidente sufrido por un Boeing de la aerolínea GOL en plena selva amazónica.
El Boeing fue rozado en pleno vuelo por un avión ejecutivo, en un accidente atribuido por la policía a errores tanto de los pilotos estadounidenses de ese pequeño aparato como de cuatro controladores que estaban ese día de guardia.
Las investigaciones sobre el caso también han dejado en evidencia las serias fallas en los sistemas y equipos de control del tráfico aéreo en Brasil.
Desde el accidente, los controladores han hecho sucesivas huelgas de celo y llegaron incluso a paralizar sus actividades por completo durante más de doce horas, lo que obligó al cierre temporal de todos los aeropuertos del país. EFECOM
ed/lgo
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