En el juego del billar se llama carambola rusa (o sucia) cuando la bola arrojada impacta sólo con una y ésta, a su vez, toca a otra. Poco más o menos, eso es lo que buscó el primer ministro portugués, José Sócrates, a través de una reunión que mantuvo con el presidente de Brasil, Lula da Silva.
Ese tipo de jugada empresarial tiene en vilo al sector de las telecos brasileñas, persuadido de que la salida de Vivo de PT le facilitaría su entrada en Oi, operadora de móviles brasileña integrada con la compañía de telefonía fija Brasil Telecom. Las comparaciones entre Vivo y Oi favorecen claramente a la primera.
De hecho, la sociedad que actualmente comparten Telefónica y PT es la líder del mercado brasileño, con más de 55,5 millones de clientes y una cuota del 30,25%. Oi, sin embargo, es la cuarta compañía de móviles de Brasil, con el 20,15%.
Acción y reacción
El primer movimiento en la batalla empresarial por Vivo es conocido: la oferta de Telefónica por el 30% de PTen Brasilcel, sociedad propietaria de Vivo. El segundo acto forma parte del terreno de la especulación: impulsado por el ataque de Telefónica, PT busca acomodo en otra empresa brasileña. En sintonía con esa tesis, Sócrates intentar abrir hueco a PT en otra operadora local.Yla única que puede ser receptiva a la demanda de la lusa sería la semipública Oi.
De esa forma, el grupo portugués movió los hilos ante el fundado temor de quedarse fuera de Brasil. Las informaciones relacionadas con las negociaciones entre PTy Oi han sido aireadas por los periódicos portugueses y brasileños, pero también desmentidas de forma reiterada por las empresas implicadas. Pese a ello, el runrún entre ambas compañías sigue dando que hablar cada semana.
En esa línea se encuentra la reunión que mantuvieron Sócrates y Lula a mediados de mayo. Pese a remontarse más de dos meses atrás, fue ayer cuando la prensa brasileña desveló parte de las conversaciones de la referida cumbre. Por aquellas fechas, la oferta de Telefónica por el control de Vivo se limitaba a 5.700 millones de euros, es decir, 1.450 millones menos que la oferta que estará sobre la mesa hasta el próximo 30de junio.
Mercado estratégico
La edición online del diario Económico apuntó ayer unas recientes declaraciones de José Dirceu, antiguo ministro de Lula da Silva, en las que reconocía que "la fusión de Oi con Brasil Telecom creó una empresa común con PT". En el momento en el que PT se asegure su desembarco en Oi en condiciones interesantes, la compañía portuguesa despejaría buena parte de los obstáculos que estos días dificultan la compra de Vivo por parte de Telefónica.
Brasil es un mercado estratégico para PT. Esas circunstancias animan al Gobierno luso para que su operadora bandera siga disfrutando de los créditos de uno de los mayores mercados del mundo. Todo apunta a que las reuniones que estos días deben mantener Telefónica y PT explorarán la permanencia de la lusa en el capital de la futura fusión entre Vivo y Telesp.
Si así fuera, la compañía lusa dispondría de tiempo para abrir una nueva puerta antes de cerrar la primera. La empresa Oi está controlada por las familias Andrade Gutiérrez y La Fonte, con el 50,18% del capital, mientras que el 49,82% restante está en manos del banco público BNDES y de fondos de pensiones estatales.
Vivo: Telefonica y PT aceleran un pacto
