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OCDE a favor de biocarburantes con balance medioambiental positivo

París, 12 jun (EFECOM).- Sólo unos pocos biocarburantes, en particular los obtenidos de la caña de azúcar en Brasil, ofrecen un balance claramente positivo en términos de emisiones contaminantes, y sólo se debería promover el desarrollo de éstos, según la OCDE.

Esta es una de las principales conclusiones de la reunión de 40 expertos reunidos en París bajo los auspicios del Foro Internacional de los Transportes y el Centro Conjunto de Investigación sobre los Transportes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

"Pocos biocarburantes parecen ofrecer efectivamente una aportación real en términos de salvaguarda del clima o de independencia energética" y eso pese a que "son un medio muy costoso para responder a esos desafíos", explica en un comunicado divulgado hoy el secretario general del Foro Internacional de los Transportes, Jack Short.

De hecho, "algunos biocarburantes pueden incluso acarrear más emisiones (contaminantes) que los productos petroleros" y son los bio-combustibles que se obtienen de la caña de azúcar en Brasil los que son "de lejos los mejores" ya que es más fácil transformar su azúcar en alcohol que hacerlo a partir del trigo o el maíz, de acuerdo con las conclusiones de los expertos.

Además, aunque los bio-combustibles de segunda generación "prometen mejoras", sigue habiendo "grandes incertidumbres".

El Foro Internacional de los Transportes, señala que para que los bio-combustibles supusieran una contribución significativa en términos de sustitución del petróleo harían falta "grandes cantidades de tierras", lo que reduciría las superficies dedicadas al cultivo de alimentos, así como las reservas forestales y de fauna salvaje.

Otro elemento que suscita la reticencia de este organismo vinculado a la OCDE es que las subvenciones para los biocarburantes representan al menos 15.000 millones de dólares anuales en sus 30 países miembros, ya que hay "formas menos costosas de reducir las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) y el consumo de carburantes".

A ese respecto, advierte de que esas subvenciones tienen un "efecto colateral" negativo, ya que al hacer más baratos los combustibles disminuye las incitaciones para aumentar la eficiencia energética de los transportes.

Short apuesta por la extensión rápida de los sistemas de certificación que discriminan entre los bio-carburantes en función de las ganancias que aportan en términos de mejora medioambiental o de independencia energética, ante los programas de promoción que han establecido muchos países, con objetivos de producción.

"Mientras sigan en vigor objetivos de producción, parece apropiado intentar y lograr jerarquizar los logros de los biocarburantes y preferir los mejores", subraya.

A ese respecto, se refiere al ejemplo de California, que ha legislado "en un sentido más eficaz y menos costoso" al establecer un objetivo de carbono de los carburantes, lo que cubre tanto los elaborados a partir del petróleo, como los del gas, del hidrógeno, la pila de combustible o los bio-combustibles. EFECOM

ac/cg

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