Antes de ser uno de los primeros espadas de BT (British Telecom), Luis Álvarez trabajó en Ericsson, IBM, Santander y Banesto. Este mes ha acudido a Bruselas para participar en las jornadas sobre Europa del Foro Económico Mundial, los organizadores del Foro de Davos.
¿Cómo ve el mercado español de las telecos?
Es una magnífica situación que cada vez más las actividades empresariales y de organismos públicos se basen en las tecnologías que vendemos. En España hemos dado muchísimos pasos en ese sentido: tenemos una secretaría de Estado tremendamente competente; compañías globales como Telefónica; y otras como la nuestra, con un 20% de cuota de mercado en transmisión de datos. Lo que muestra una apuesta decidida por un mercado español más competitivo.
¿Todo va bien en España?
La velocidad de implantación de la banda ancha podría ir algo más rápido. El nivel y la calidad de utilización de Internet están por debajo de lo que deberían, sobre todo en el ámbito empresarial y en la educación. Para las empresas, la moda de tener una web ya no basta; y en el ámbito global, es la oportunidad para la empresa española de tener procesos más ágiles y mejores servicios.
Fuimos de los primeros en tener bancos por Internet, y es un área en la que aún se puede hacer mucho más. Tenemos el mejor servicio tributario del mundo, pero casi nada más. El resto de la Administración va despacio.
Bruselas suele acusar a España de carecer de competencia y sufrir unos precios muy elevados.
Si se mira como estaba la competencia en el mercado español, y como está, la CMT ha hecho un magnífico trabajo. Pero si uno mira algunas cuotas de mercado o las facilidades? La competencia no se mide por el número de jugadores en el mercado, sino por la capacidad de un cliente de decidir entre varias ofertas. La verdadera competencia es tener la total tranquilidad de coger una oferta porque en precio y en calidad de servicio ofrece ventajas. No es que haya varias ofertas, cuando algunas pueden ser virtuales o ficticias.
¿Qué hay que mejorar?
En España se puede hacer más para tener un entorno más competitivo y más innovador. Se ha avanzado bastante en los últimos años, pero hay sombras alrededor de las redes de nueva generación y de servicios como Ethernet. Si no tenemos una regulación que asegure que esos nuevos servicios también se proporcionan en un entorno abierto, hay riesgos de que se den pasos atrás.
Hay que tener cuidado y no pensar que ya no hace falta regulación, que todo puede ser ex post. Aún hay que mantener un entorno regulatorio que asegure la competencia, sobre todo en las nuevas tecnologías y las nuevas redes.
El otro elemento en el que tenemos que progresar es en que también se fuercen los niveles de calidad. Debería haber acuerdos de nivel de servicio que sea obligatorio cumplir. La regulación debería requerir que igual que existen precios de interconexión, que haya niveles de servicio.
¿En qué lado está BT en el debate sobre la 'tasa Google'?
Las redes deberían poder utilizarse por todos los jugadores del mercado en igualdad de condiciones. Los que aportan más contenidos pagarán más porque necesitan más ancho de banda. Acabará ocurriendo que quienes utilicen más servicios, pagarán más. Tanto desde el punto de vista de los usuarios como desde el punto de vista de los proveedores de esos contenidos.
Hemos lanzado la banda ancha y sus servicios en todo el mundo, pero no hemos implantado que la gente pague más por mejores servicios o menos por servicios de peor calidad, y creo que eso vendrá. Si uno quiere tener televisión en directo y un video club para tener películas, estará dispuesto a pagar algo más. Lo que acabará ocurriendo es que habrá esa diferenciación en la red. Si uno quiere, cuando compra una película, que tarde dos segundos en tenerla en su ordenador, o está dispuesto a que tarde tres horas, tendrá que haber diferenciación.
¿La diferenciación del pago se aplicará al usuario, no a Google?
Es muy difícil articular un modelo en el que le carguemos a alguien, o que comparta con nosotros vía acuerdos comerciales, etcétera. Sí tenemos claro que no somos partidarios de compartir ingresos salvo que sea un acuerdo al que tú llegues. Creemos que los servicios de la red aún ofrecen muchísimas oportunidades de discriminar lo que uno necesita. La banda ancha es razonablemente joven, y cuanto más ancho de banda disponible tengamos, más diferenciación de los servicios querremos.