Empresas y finanzas

El Banco Mundial se prepara para recuperarse de Wolfowitz

Teresa Bouza

Washington, 18 may (EFECOM).- El escándalo de favoritismo que provocó el jueves la dimisión de Paul Wolfowitz ha dañado la credibilidad del Banco Mundial y puesto de manifiesto la necesidad de reforma en una institución que más de uno considera "arcaica".

Pamela Cox, vicepresidenta para América Latina del Banco Mundial (BM), reflejó hoy esa necesidad de actuar en un mensaje interno enviado a los empleados del organismo en la región en el que reconoce el impacto negativo de la crisis de Wolfowitz.

"El día después no podemos seguir haciendo las cosas como siempre", señaló Cox en el mensaje, a lo que añadió que "el buen gobierno comienza en casa y sabemos que para impulsar buenas políticas necesitamos construir una institución más aglutinadora, responsable y transparente".

La directiva del BM apuntó que lograr ese objetivo requerirá tiempo y esfuerzos, así como el escuchar "activamente" a las distintas voces dentro y fuera del Banco.

Una de las reformas que los expertos consideran imprescindible es la del proceso de selección del presidente de la institución, que tradicionalmente ha sido un estadounidense.

La Asociación de Empleados del BM, una especie de sindicato que representa a los alrededor de 10.000 funcionarios del organismo, abogó el jueves a favor de que se rompa esa tradición y de que el proceso se base exclusivamente en los méritos del candidato.

La Casa Blanca parece, por el momento, decidida a seguir adelante con una costumbre que se remonta al final de la II Guerra Mundial, aunque la creciente presión para alterar el "status quo" podría hacer que Washington introduzca más transparencia en el proceso.

Colin Bradford, un experto del centro de estudios Brookings Institution, cree que lo normal sería que EEUU inicie un proceso de consultas informales para designar al sucesor de Wolfowitz que incluya no sólo a los europeos, sino también a China, Brasil, la India y otros grandes socios del Banco.

En su opinión, también es necesario que haya varios candidatos en lugar de uno solo y que los aspirantes "gocen de una gran experiencia, respeto y habilidad para generar una nueva era de confianza en el BM".

Jorge Quiroga, el líder de la oposición en Bolivia, destaca, además, que el sistema y votación es "totalmente desquiciado".

"Bélgica vale más que Brasil y Suiza más que México", explicó a Efe Quiroga en referencia a un reparto de poder que refleja la realidad económica imperante al final de la II Guerra Mundial y no se ha adaptado a los tiempos modernos.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) aborda ahora un proceso de reforma para dar más peso en sus órganos directivos al mundo en desarrollo, al que se espera que con el tiempo se sume el Banco Mundial.

Para Quiroga sería conveniente también continuar con la descentralización que inició el predecesor de Wolfowitz, James Wolfensohn, que permitió que un buen número de los funcionarios del organismo se desplazasen a los países en lugar de trabajar a distancia desde Washington.

El próximo presidente deberá decidir, además, cuánto énfasis poner en la estrategia anticorrupción, un tema que colocó en la agenda Wolfensohn y que Wolfowitz quiso, infructuosamente, convertir en el sello de su mandato.

Miguel Schloss, miembro de la junta directiva de Dalberg, una consultora especializada en temas de desarrollo, con filiales en Europa, África, Latinoamérica y EEUU lamentó, en entrevista con Efe, la falta de voluntad interna para impulsar los temas de gobernabilidad.

"Veo al Banco tremendamente pasivo en temas anticorrupción", dijo Schloss, quien afirmó que la crisis de Wolfowitz ha servido para fortalecer a los que se oponen a la lucha contra la corrupción, entre ellos algunos altos funcionarios del Banco Mundial acostumbrados a una política que tradicionalmente ha recompensado a aquellos vicepresidentes o directores que conceden más préstamos.

Con semejante lista de tareas pendientes, EEUU tendrá que esforzarse para encontrar a un candidato conciliador con credenciales impecables, algo que la Casa Blanca se comprometió hoy a hacer. EFECOM

tb/mla/jma

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