Empresas y finanzas

Plan de ahorro energético para aliviar crisis solivianta al sector comercial

Amir Mir

Lahore (Pakistán), 10 may (EFECOM).- Asumiendo por primera vez que Pakistán sufre una crisis energética, el Gobierno ha puesto en marcha esta semana un polémico plan de ahorro que obliga a los comercios y negocios a cerrar sus puertas antes del anochecer.

El secretario federal de Energía, Ashfaq Mehmood, anunció la semana pasada que Pakistán se enfrenta a un déficit de casi mil megavatios de electricidad, que podría aumentar en un 50 por ciento en las próximas tres semanas.

Así que, en previsión de un agravamiento, el Gobierno puso en práctica este lunes un plan de gestión que, entre otras medidas, obliga a los comerciantes de Pakistán a cerrar las puertas de sus negocios antes de las ocho de la tarde, salvo los sábados.

Con el plan, Pakistán espera ahorrar unos 550 megavatios, que le permitan afrontar con garantías la escasez, pero a cambio los empresarios y comerciantes piensan que la decisión dañará la economía del país.

El cambio horario, dicen, limitará el desarrollo del comercio porque, entre otras cosas, pocos se atreven a comprar durante las calurosas temperaturas diurnas del verano paquistaní.

Según círculos gubernamentales, el plan de gestión ha sido puesto en marcha con la vista puesta en una posible crisis energética a finales de año, debido al aumento de la demanda en el país, que vive una fiebre consumista de electrodomésticos y aparatos electrónicos.

La demanda de electricidad creció un 13 por ciento en el último trimestre del año 2006, según el último Informe Económico de Pakistán, hecho público en marzo, que prevé una crisis si continúa la tendencia, en ausencia de nuevos proyectos de generación eléctrica en el país.

El documento recoge un incremento del 8,6 por ciento en el consumo eléctrico de los nueve primeros meses del presente año fiscal (que comenzó en julio de 2006), basado sobre todo en la demanda de los hogares.

Estos acumulan el 44,2 por ciento del gasto energético, seguidos por la actividad industrial (31,1 por ciento), la agricultura (14,3), y la actividad comercial (5,5 por ciento), mientras que la iluminación de las calles supone apenas un 0,7 por ciento del consumo.

Por otra parte, un análisis de la producción de energía revela además que en Pakistán, el séptimo país del mundo por nivel de reservas de carbón, la generación de energía asociada a este combustible fósil supone apenas un 0,2 por ciento del total, pese a que es mayoritario su uso a nivel mundial.

Pakistán se centra más bien en el uso del gas (48 por ciento), la hidro-electricidad (33) y el petróleo (16), mientras la energía nuclear supone apenas un 2 por ciento de los 19.500 megavatios anuales que produce el país.

Ahora, el plan del Gobierno busca equilibrar una balanza que ha iniciado, al igual que en la vecina India, una deriva deficitaria, pero las soluciones previstas no han convencido a todos.

"Parece que Pakistán está mal preparado para afrontar el futuro. El país necesita un salto cualitativo en la generación de energía a medio plazo para evitar sobrecargas, debido al insuficiente suministro eléctrico en horas punta de demanda", dijo a Efe el antiguo viceministro de Energía Shahid Hassan Khan. EFECOM

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