Empresas y finanzas

Fabricantes de automóviles se preguntan si mayo será otro mes de pesadilla

César R. Díaz

Toronto, 2 may (EFECOM).- Mayo es tradicionalmente uno de los mejores meses en ventas de automóviles en Estados Unidos. Pero los resultados obtenidos en abril por las principales marcas hacen temer que este mes sea otra pesadilla para el sector.

En abril casi nadie se salvó de la quema. Ni siquiera la hasta ahora imparable Toyota.

Chrysler, el único de los seis grandes que realmente registró números positivos durante abril, lo hizo en gran medida gracias a que recogió parte de las ventas a las empresas de alquiler que General Motors y Ford están rechazando por falta de rentabilidad.

La otra parte de la ecuación del éxito de Chrysler en abril es que fue el fabricante que más incentivos ofreció durante el mes, especialmente en el segmento de monovolúmenes.

Según el periódico "Free Press", Chrysler -cuya venta está siendo considerada por DaimlerChrysler tras perder 1.500 millones de dólares en el 2006- ofreció casi 4.000 dólares en incentivos por cada vehículo vendido.

Pero en el conjunto del sector es evidente que los consumidores no están acudiendo a los concesionarios de automóviles como lo hacían en el pasado. Durante abril, en Estados Unidos se vendieron unos 110.000 vehículos menos que en el mismo mes del 2006.

Los analistas señalan que las razones para este pronunciado declive hay que buscarlas en la crisis del mercado inmobiliario y, por supuesto, la subida de los precios de la gasolina.

En las últimas semanas, los precios del combustible en Estados Unidos y Canadá se han situado a niveles no vistos desde que el huracán Katrina golpeó la costa del Golfo de México en el verano del 2005.

El sector achaca esta subida al descenso de los inventarios en Estados Unidos y a la ya crónica falta de capacidad de refino, lo que está afectando los suministros. También la situación en el Oriente Medio se añade a la mezcla de justificaciones.

Pero no todo el mundo se cree que estas son las verdaderas razones para la subida de los precios de la gasolina.

Una asociación canadiense de consumidores demandó hoy al gobierno canadiense que investigue lo que está pasando en los surtidores ante el temor de que las petroleras estén aprovechando la coyuntura para aumentar sus arcas de forma injustificada. Y no sería extraño que en EEUU se empiecen a oír voces pidiendo lo mismo.

En cualquier caso, son los fabricantes de automóviles y, especialmente los estadounidenses, los que están sufriendo las consecuencias cuando atraviesan una de las mayores crisis de su historia.

Y la situación no tiene visos de mejorar.

El precio de la gasolina previsiblemente continuará ascendiendo en los próximos meses, con la llegada del verano en el hemisferio norte y el inicio de la temporada en la que más coches se lanzan a las carreteras del país.

La producción de gasolina no va a aumentar en el medio plazo. Y la situación geopolítica en las principales zonas de producción de petróleo -sea Oriente Medio o Venezuela- no parece que vaya a cambiar.

Lo mismo se puede decir con respecto al mercado inmobiliario en Estados Unidos donde la crisis de las hipotecas concedidas a consumidores con mal historial crediticio sigue afectando negativamente al resto del sector.

Las opciones para los fabricantes no son muchas.

Los consumidores parecen apostar que los productores de automóviles tendrán que recurrir un año más a costosos programas de incentivos para reducir sus inventarios y motivar a los compradores.

Pero los fabricantes estadounidenses claramente están escarmentados por lo sucedido hace casi dos años, cuando sus agresivos programas de descuentos acabaron por agravar su situación financiera en el medio plazo.

Y definitivamente, ninguno de los Tres Grandes de Detroit está ahora en posición económica para repetir la maniobra.

La otra solución es apostar que el consumidor estadounidense se mostrará interesado en vehículos más modestos con reducidos consumos. En ese sentido los vehículos híbridos tendrán un papel cada vez más importante.

En abril, Toyota recogió sus frutos en ese terreno. En medio del sombrío panorama de ventas, las cifras del Prius -el primer vehículo exclusivamente híbrido del fabricante nipón- brillaron con luz propia.

Prius consiguió su mejor mes de abril con la venta de 13.056 unidades, un aumento del 71,8 por ciento con respecto al 2006. EFECOM

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