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Correa preside masiva marcha de apoyo a Constituyente y socialismo siglo XXI

Quito, 1 may (EFECOM).- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, presidió la marcha del Primero de Mayo, convertida hoy en una manifestación de apoyo a la Asamblea Constituyente y a su idea de dirigir al país hacia "el socialismo del siglo XXI".

"Esto es el socialismo del siglo XXI, la reivindicación de la supremacía del trabajo sobre el capital", aseguró el izquierdista Correa, que se convirtió en el primer presidente que, en los últimos 28 años, ha participado en la marcha del Primero de Mayo.

Correa señaló que el festejo de hoy es histórico, tanto por la masiva concurrencia de la ciudadanía, como porque marca la actitud de su gobierno que, insistió, "está al lado de la clase trabajadora y no del capital especulativo ni de los explotadores de siempre".

Además, "este Primero de Mayo tiene un significado especial, porque representa el cambio de época que vive el Ecuador y América Latina", añadió Correa a periodistas, mientras caminaba en la cabeza de la marcha, que congregó a unas 30.000 personas.

El jefe del Estado, acompañado de su vicepresidente, Lenin Moreno, y de varios de sus ministros, también reiteró que su administración intentará cambiar el modelo neoliberal que, según dijo, perjudicó a su país y a toda la región.

"El gobierno está junto a los trabajadores, porque el trabajo es lo más sagrado que puede existir; aunque la larga y triste noche neoliberal, lo que hizo fue convertirle en un instrumento en función de las necesidades de acumulación de capital", remarcó.

"Eso se terminó con este gobierno de la revolución ciudadana; junto a los trabajadores reivindicaremos la supremacía del trabajo sobre el capital", insistió Correa.

Sin embargo, y aunque no se refirió al tema, la masiva marcha fue una demostración de apoyo a la Asamblea Constituyente que promueve Correa, pues la mayoría de organizaciones sociales y sindicales expresaron, con gritos, su fe en ese foro que redactará una nueva Carta Magna.

"Urgente, urgente, Asamblea Constituyente" y "a cambiar de raíz, la economía del país", fueron consignas que se escucharon fuerte durante la manifestación, en la que, según varios comentaristas políticos, por primera vez "la izquierda marchó unida".

"El único enemigo que tenemos es la derecha y por eso los de izquierda nos hemos unidos hoy", indicó el presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), Mesías Tatamuez, en el discurso central pronunciado en una tarima instalada en la Plaza de San Francisco, en el centro de Quito.

"El Primero de Mayo ha sido para decirle al Ecuador entero que los partidos de izquierda y las organizaciones sociales estaremos con una sola lista en la Asamblea Constituyente", añadió Tatamuez, que dirige la mayor central sindical ecuatoriana.

Asimismo, llamó a sus compatriotas a propinar una nueva derrota a la derecha en las elecciones de asambleístas que se celebrará el próximo 30 de septiembre.

También algunos sindicatos, con una buena dosis de ironía, expresaron su malestar contra la "partidocracia" o los partidos políticos tradicionales de derechas, sobre todo contra un grupo de diputados opositores destituidos hace dos meses por tratar de frenar la Constituyente.

Monigotes en forma de ratas y ataúdes de cartón negros desfilaron por la marcha, en alusión a los 57 legisladores sancionados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), pero cuyos cargos fueron restituidos por el Tribunal Constitucional, en un embrollo jurídico que no se ha solucionado desde hace dos meses.

"No más queso a las ratas del Congreso", repetían los manifestantes, sobre todo cuando pasaban por las afueras del Parlamento.

Los sindicalistas tampoco olvidaron sus ideas antiimperialistas y frecuentemente gritaron, casi al unísono, incluido Correa, la consigna bolivariana: "Alerta, alerta que camina, la espada de (Simón) Bolívar por América Latina".

Uno de los dirigentes sindicales, que intervino en la fase de discursos, saludó a Cuba, Venezuela y Bolivia, donde, dijo, "también se ha concentrado hoy la lucha antiimperialista".

La Plaza de San Francisco, a diferencia de otros años, resultó pequeña para albergar a la gran cantidad de manifestantes, incluidos grupos musicales y de teatro, muchos de los cuales expresaron su alegría por la participación del jefe del Estado en la marcha de los trabajadores. EFECOM

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(con fotografías)

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