Antonio Martínez
La Paz, 30 abr (EFECOM).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, celebrará mañana con un mitin en La Paz el primer año de su "nacionalización" petrolera, aunque no ha podido concretar buena parte del decreto de 2006 y sus críticos anotan que se quedó en simple reforma tributaria.
El decreto ordenaba a las multinacionales firmar con la petrolera estatal YPFB nuevos contratos en 180 días, pero 364 después aún les faltan trámites para entrar en vigor.
Otro eje de la "nacionalización", la "refundación" de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), debía hacerse en 60 días y todavía está pendiente.
YPFB debía monopolizar la comercialización de hidrocarburos, tanto en el país como en el exterior, y tampoco.
El decreto nacionaliza "las acciones necesarias para que YPFB controle como mínimo el 50 por ciento más 1" de las empresas Chaco, Andina, Transredes, Petrobrás Refinación y Compañía Logística de Hidrocarburos, pero Morales no ha logrado concretarlo.
Fueron expropiadas las acciones que tenían en esas empresas los ciudadanos, administradas por un fondo de pensiones del banco español BBVA y otro del grupo suizo Zúrich, y así los únicos activos confiscados eran de bolivianos.
La multinacional brasileña Petrobrás, la hispano-argentina Repsol YPF, la británica BP y otras afectadas se resisten a vender las acciones necesarias para concretar aquel párrafo y siguen controlando esas filiales.
Morales y el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, han librado rudas escaramuzas por los intentos de quitar a Petrobras dos refinerías que tiene en Bolivia.
El decreto se llama de "nacionalización" porque afirma que "el Estado recupera la propiedad, la posesión y el control total y absoluto de estos recursos".
Pero no es novedad, porque la constitución de 1967 ya dice que "los hidrocarburos son bienes nacionales de dominio originario, directo, inalienables e imprescriptibles del Estado, razón por la que constituyen propiedad pública inviolable".
También los "nacionalizó" la Ley de Hidrocarburos de 2005, antes de que Morales fuera presidente, y fijó 180 días, que tampoco se cumplieron entonces, para suscribir nuevos contratos.
Denuncia el incumplimiento del decreto incluso el ex ministro de Hidrocarburos Andrés Soliz, que compartió con Morales el protagonismo propagandístico de la "nacionalización" en 2006, rodeados por militares en un pozo de Petrobras, Repsol y la francesa Total.
En un artículo enviado a Efe, Soliz pregunta: "¿Por qué Petrobras, pese a una aclaración del ministro Carlos Villegas (su sucesor), continúa asegurando que anotará como suyo el valor de las reservas probadas del país?".
"Toda la cadena productiva, salvo mínimas excepciones, sigue en manos foráneas", denuncia el ex ministro, y agrega: "No se ha avanzado nada en lograr que YPFB controle el 50 por ciento más uno de las empresas capitalizadas".
A su vez, el analista Humberto Vacaflor reitera que la "nacionalización", pese a la retórica oficial, es apenas "una reforma tributaria petrolera".
Alude a que uno de los pocos artículos del decreto que se cumple fija impuestos adicionales hasta que entren en vigor los nuevos contratos, tributos que las multinacionales pagan bajo protesta.
El decreto dice que en esa transición, para los campos cuya producción de gas en 2005 haya superado 100 millones de pies cúbicos diarios, un 82 por ciento será para el Estado.
Esa medida que afecta a dos campos, en los que son socios Repsol, Petrobras y Total, debió aplicarse hasta que las compañías firmaron los nuevos acuerdos (fines de octubre), pero el gobierno lo amplió dados los problemas para ratificarlos.
Errores e irregularidades de subalternos de Morales hicieron inválida la primera tramitación parlamentaria de 44 contratos firmados con 12 petroleras, y debió repetirse.
Morales presiona para tenerlos listos en su fiesta de celebración del aniversario, pero los acuerdos parecen predestinados a acumular problemas, el último por el costo de su protocolización notarial.
A las petroleras también les urge, para no pagar por los mayores campos el 82 por ciento: hay diferentes versiones sobre cuánto tributarán ahora, pero todas apuntan que será bastante menos.
Tampoco se aplicó hasta ahora el aparte del decreto que dice que YPFB tomará "los campos de las compañías que se nieguen a acatar o impidan el cumplimiento de lo dispuesto".
YPFB vivió de escándalo en escándalo el último año y ha tenido en ese periodo cuatro presidentes.
La llamada "maldición del gas" ha "quemado" desde mayo pasado a Soliz, tres presidentes de YPFB, dos viceministros y dos superintendentes.
Pero estas crisis -por corrupción, ineficacia o pugnas políticas- no son novedad en Bolivia, ni exclusivas de Morales: desde 2002 hubo diez ministros de Hidrocarburos en cuatro gobiernos.
La "nacionalización" fue el mayor éxito político de Morales en 2006 y le aupó al 81 por ciento de popularidad, pero los escándalos han mellado ese logro.
Las petroleras firmaron nuevos contratos, pero solo para proyectos empezados, y varias anunciaron que no presupuestarán más inversiones. EFECOM
am/ja/jj
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