Empresas y finanzas

Duhalde cuenta la lucha contra "disparates" del FMI durante crisis de 2002

Buenos Aires, 27 abr (EFECOM).- Argentina mantuvo un duro pulso contra los "disparates" que le proponía el FMI durante la severa crisis económica de 2002, cuenta el entonces presidente argentino, Eduardo Duhalde, en sus "Memorias del incendio" presentadas hoy.

El ex gobernante argentino tacha de "hipócrita" a la burocracia del Fondo Monetario Internacional (FMI), al que acusa de defender al sector financiero y otros intereses, "una conducta sumamente reprochable y contraria a la propia razón de su existencia".

Además, recuerda que el presidente de Cuba, Fidel Castro, "dijo que sólo un loco" podía hacerse cargo de Argentina luego de que Fernando de la Rúa renunciara a la presidencia, el 20 de diciembre de 2001, en medio de un caos económico y disturbios que dejaron una treintena de muertos.

Eduardo Duhalde asumió la jefatura del Estado el 1 de enero de 2002 por consenso parlamentario, después de los tres presidentes que en once días sucedieron a De la Rúa, y entregó el gobierno el 25 de mayo de 2003 a Néstor Kirchner, peronista como él, ganador de las elecciones generales de ese año.

A fines de 2001, el Parlamento declaró la mora de deudas soberanas por más de 100.000 millones de dólares, el mayor cese de pagos de la historia, y al asumir Duhalde devaluó el peso, con lo que puso fin a casi once años de una política de paridad de "uno a uno" con el dólar estadounidense.

Duhalde profundizó las restricciones a la retirada de fondos de los bancos aplicada por De la Rúa, el llamado "corralito financiero", entre otras medidas para "apagar el incendio" de un país que llevaba tres años en recesión y tenía a más del 50 por ciento de la población empobrecida.

"La realidad mostró que logramos vivir un largo y difícil año sin necesidad de un acuerdo con el Fondo, pero el hecho de mantener el diálogo y la negociación con el organismo financiero, con todo el desgaste que supuso, fue necesario", apunta Duhalde en su libro.

En este sentido, agradece los consejos de "amigos", como el por entonces jefe del gobierno español, José María Aznar, y los por aquella época presidentes de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, y Chile, Ricardo Lagos, entre otros que "pedían" que Argentina mantuviera "los canales abiertos" para el diálogo con el Fondo Monetario.

"Cortar el diálogo nos hubiese llevado a un aislamiento político total", subrayó.

Entre otros puntos del "interminable" pulso con el Fondo Monetario, remarca que Argentina "no podía declarar un segundo" cese de pagos, en este caso con los organismos multilaterales de crédito, ni "aceptar las propuestas delirantes" del FMI.

"No aceptamos el disparate de echar a 400.000 empleados públicos, no dejamos flotar el tipo de cambio libremente, a merced de la especulación desestabilizadora del mercado", apunta.

Duhalde, de 66 años, recuerda que también se negó a "achicar" el gasto del Estado ni levantó el "corralito financiero" porque "era imposible", como "otras medidas irracionales" que "pretendió imponer" el Fondo.

El ex presidente admite que comenzó su gestión "con el pie izquierdo" en referencia al "error" de haber prometido a la gente que "quien tenía depósitos en dólares recibirá dólares y quienes los tuvieran en pesos recibirán pesos", cosa que se incumplió y desató una maraña de juicios.

En "Memorias del incendio", el relato de "los primeros 120 días" de su gestión, Duhalde subraya que De la Rúa, quien afronta varias causas judiciales, "todavía se pasea por los tribunales denunciando un complot" como la causa de su dimisión. EFECOM

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