Shanghai, 27 abr (EFECOM).- Las empresas españolas de componentes de automoción están encontrando su lugar en el inmenso y competitivo mercado chino, explicaron a Efe hoy los responsables de las participantes este año en la feria Auto Shanghai 2007.
"Más que nada, nuestra presencia en China es una apuesta de futuro", explicó el director de gestión de Ajusa, Luis Cuesta, cuya empresa fabrica juntas de culata de motor.
"Queremos estar presentas para crearnos una imagen de marca aquí, entendemos que el despegue económico de China es notable, y que estando aquí desde el principio deberíamos tener más oportunidades cuando el mercado esté más maduro y las condiciones de distribución estén más asentadas", sintetizó Cuesta.
La firma, que se posiciona dentro del mercado de repuestos para vehículos extranjeros de gama alta, lleva tres años trabajando su red de distribución en el país.
Según el jefe de su oficina de representación en Shanghai, Manuel Moreno, en China "hay negocio, pero tampoco vas a llegar el primer año y vas a conseguir enseguida un gran beneficio".
La ventaja competitiva de las empresas españolas es la calidad, ya que la tecnología de sus competidores chinos, cuyos precios son imbatibles, no tiene todavía el mismo nivel, aunque "van adquiriendo calidad poco a poco, van aprendiendo", señaló Moreno.
Con todo, "España de por sí siempre fue un país dedicado a la automoción, y somos bastante buenos en ese sector", concluyó.
"Desde luego no estamos en condiciones de competir con los precios locales, pero sí en el sector de los coches de alta calidad, que es por donde todos hemos entrado en el mercado", coincidió con él Eduardo Casero, de la firma Remsa.
Su marca de materiales de fricción para sistemas de freno, Road House (RH), una de las principales en España, empezará a distribuirse en Shanghai próximamente.
"En China es imposible tener un solo importador que cubra todo el país, así que elegimos Pekín, Shanghai y Cantón como plataformas para cubrir todo el país", explicó Casero.
"En la Unión Europea los chinos lo tienen complicado con este tipo de producto, porque se requiere una homologación muy estricta, no al estilo de las ISO, que homologa un sistema de producción, sino vehículo por vehículo y aplicación por aplicación, con unos estándares de calidad muy altos", indicó.
Con todo, aunque la mayoría de las firmas españolas presentes en el gigante asiático son pymes satisfechas con su pequeña porción del mercado, también hay entre ellas empresas dispuestas a conquistar el país, como la barcelonesa Zanini, destacada productora mundial de elementos como tapacubos, embellecedores y rejas del radiador.
"Nuestra intención es llegar al mercado y liderarlo lo antes posible", explicó su vicepresidente de operaciones para Asia-Pacífico, Alejandro Roca-Umbert. "Lo hicimos con Estados Unidos y la Unión Europea, UE, lo estamos haciendo con Europa del Este y con Oriente Medio, y ahora queremos hacerlo aquí en China".
"Venimos con la experiencia de suministrar a los grandes fabricantes mundiales, y con capacidad de diseño propio, además producimos nuestra propia pintura, así que contamos con ventajas competitivas importantes", concluyó.
La feria, que concluye mañana y es una de las citas internacionales más importantes del mundo del motor, se celebra en Shanghai en los años impares y en Pekín en los pares.
Junto con la Asociación Española de Fabricantes de Equipos y Componentes para Automoción (SERNAUTO), participa en la feria de seis días una docena de firmas.
Se trata de Airtex, Ajusa, Batz, BCB Informática y Control, Cigüeñales Sanz, Dirección y Suspensión (DYS), Remsa Eurofren Brakes, Applus Idiada Automotive Technology, Industrias del Recambio (IR), Matrici, Mecanizados Rodríguez Fernández (MRF), Relats y Zanini Auto Grup. EFECOM
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