Brasilia, 13 mar (EFECOM).- El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se reunirá mañana miércoles en Brasil con su colega brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, para hablar de varios programas de cooperación, entre ellos uno para la producción de etanol.
Este combustible de origen vegetal, elaborado con caña de azúcar o maíz, se ha convertido en una de las puntas de lanza de la política comercial y exterior brasileña, y ha generado agudas críticas del jefe de Estado venezolano, Hugo Chávez.
El pasado viernes, durante una visita del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, Brasil firmó con ese país un memorando de entendimiento para cooperar en la producción y difusión del etanol, que Lula quiere convertir en herramienta de lucha contra la pobreza y la contaminación ambiental.
El memorando prevé además la transferencia de tecnología e inversiones a otros países, sobre todo de Centroamérica y el Caribe, para aumentar la oferta mundial de este combustible, cuya adopción se asegura que puede reducir la demanda de petróleo y también las emisiones de gases contaminantes.
En su gira latinoamericana, paralela a la Bush, que incluso tuvo una escala en Nicaragua, Chávez rechazó el etanol y pidió a "todos los países hermanos", entre los que citó a Brasil, que las tierras que se usan para sembrar caña de azúcar y maíz para elaborar ese combustible se destinen a "producir alimentos para la gente".
Ortega, que tiene en Chávez un firme aliado y se ha plegado a la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA) que promueve el gobernante venezolano, debatirá con Lula una serie de proyectos dirigidos a aprovechar la experiencia brasileña con ese combustible alternativo al petróleo.
Según fuentes consultadas por Efe, el líder sandinista pretende valerse de esa experiencia para desarrollar el empobrecido campo nicaragüense, ideal para la siembra masiva de caña de azúcar.
En los proyectos de biodiesel y etanol que están en estudio en Nicaragua también participan empresas estadounidenses, a las que Ortega ha garantizado la seguridad de sus inversiones.
Brasil ha ofrecido colaboración para el desarrollo de etanol y biodiesel a toda Centroamérica y ha admitido que pretende que esos proyectos le sirvan para aprovechar las ventajas aduaneras que ofrece el Tratado de Libre Comercio entre América Central, la República Dominicana y Estados Unidos.
Ese acuerdo reduce a cero los impuestos de importación para el 80 por ciento de los bienes y servicios comercializados entre la primera economía mundial y Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y la República Dominicana.
El tratado ya ha entrado en vigor con El Salvador, Honduras y Nicaragua, que podrían ser usados por Brasil como puente para exportar hacia Estados Unidos algunos productos que actualmente pagan altas tasas, como el alcohol combustible.
La de mañana será la primera visita de Ortega a Brasil desde que ganó las elecciones, en noviembre pasado.
El líder sandinista tiene estrechas relaciones personales con Lula, nacidas en el marco del Foro de Sao Paulo, una organización que congrega a grupos y partidos de izquierda latinoamericanos.
Tras asumir su segundo mandato, el 1 de enero pasado, Lula tenía previsto asistir a la investidura de Ortega, ese mismo mes, pero canceló el viaje debido a que se tomó diez días de vacaciones.
En diciembre pasado, según informó entonces la embajada nicaragüense en Brasil, Ortega estuvo a punto de acompañar a Chávez en un viaje a Brasil, pero finalmente no lo hizo y permaneció en Caracas, donde estaba de visita como presidente electo. EFECOM
ed/hma/pam