Empresas y finanzas

Bush visita México a un año de entrar en vigor de capítulo agrícola del TLCAN

Juan David Leal

México, 11 mar (EFECOM).- El presidente de EEUU, George W. Bush, visita México a poco menos de un año de que entre en vigor el capítulo agrícola del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), uno de los más polémicos del acuerdo suscrito en 1993 entre esas naciones y Canadá.

La llegada del mandatario estadounidense a México en la última escala de una gira latinoamericana que incluye también Brasil, Uruguay, Colombia y Guatemala servirá para que discuta con el presidente mexicano, Felipe Calderón, varios temas económicos.

El asunto más sensible para los mexicanos en su relación comercial con Estados Unidos ha sido siempre la agricultura, dado que ése país ofrece ingentes subsidios a sus campesinos.

En los 14 años que han transcurrido desde la entrada en vigor del TLCAN, se han desgravado más de 1.100 fracciones arancelarias de productos agropecuarios, un proceso que concluirá el primero de enero de 2008 con la liberación total del maíz, fríjol, azúcar y leche.

La semana pasada, en una reunión entre los secretarios de Agricultura de México, Alberto Cárdenas, y de EEUU, Mike Johanns, el mexicano insistió en que la posición de su país es "defender el interés de los productores".

Cárdenas recalcó también que entre los puntos pendientes del TLCAN está lograr "mercados más justos y equitativos".

Sin embargo, las autoridades mexicanas aseguran que la economía mexicana está lista para un "aterrizaje suave" en 2008.

Además, el ministro dijo el martes que el Gobierno de México "aplaude y reconoce" el nuevo Farm Bill (ley agrícola) planteado para 2007 por la administración de Bush y que comenzarán a revisar este mes autoridades de EEUU, porque a su juicio "desacopla" algunos subsidios.

El tema es importante para México porque Estados Unidos es el mayor productor mundial de maíz y de leche y uno de los mayores fabricantes jarabe de maíz con alto contenido de fructuosa (competidor del azúcar como edulcorante).

El maíz, fríjol, caña y leche juegan un papel fundamental en la sociedad mexicana y un ingreso masivo de productos estadounidenses podría colapsar la industria de la nación latinoamericana, menos tecnificada y competitiva.

Por ejemplo, con un promedio de 21 millones de toneladas (93 por ciento maíz blanco y siete por ciento maíz amarillo), el maíz equivale al 29,3 por ciento del valor de la producción agrícola de ese país.

Lo mismo sucede con el azúcar, ya que México produce 47 millones de toneladas de caña que generan 5,2 millones de toneladas de azúcar por zafra, una actividad a la que se dedican 164.000 productores en 15 de los 32 estados federales.

El comercio agrícola entre ambos países asciende a unos 21.000 millones de dólares y en 2006 su evolución permitió que México se convirtiera en el segundo socio comercial agropecuario de EE.UU.

Para el periodo 2005-2008, el Servicio de Inspección para la Salud Animal y Sanidad Vegetal del Departamento de Agricultura (USDA) estadounidense ha asignado 100 millones de dólares a un plan de cooperación con las agencias gubernamentales mexicanas en temas como plagas, genética de semillas, procesamiento de alimentos y mejores técnicas productivas.

Además, el sector privado y algunas universidades de EE.UU. han invertido unos 20 millones de dólares en más de 120 proyectos agrícolas en México.

No obstante, varias voces como la Confederación Nacional Campesina (CNC) aseguran que el campo mexicano no está preparado para el TLCAN y piden una renegociación para excluir el maíz y el fríjol del tratado.

Para la CNC la migración hacia EEUU, que cada año lleva a 400.000 mexicanos a cruzar la frontera ilegalmente, es la muestra palpable de que el campo es improductivo y no soportará la apertura total de 2008.

El sector energético seguramente también tendrá cabida en los temas que discutan los mandatarios.

En una entrevista a un diario mexicano, Bush dijo esta semana que México tiene buscar inversión externa en el sector petrolero y que eso es algo que "debería considerar" Calderón.

El gobierno mexicano respondió inmediatamente que esa actividad seguirá bajo control estatal, si bien Calderón ha insistido en varias ocasiones en que es necesario que Petróleos Mexicanos (Pemex) establezca alianzas en todas las actividades que no involucren a la explotación directa de los yacimientos. EFECOM

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