La Paz, 26 feb (EFECOM).- La principal carretera entre Bolivia y Brasil fue bloqueada hoy en la localidad fronteriza de Puerto Suárez por un grupo de manifestantes que reclama al presidente Evo Morales la firma de un contrato con la siderúrgica india Jindal, para explotar la mina Mutún.
Antonio Tudela y Viviana Correa, los dirigentes cívicos de Puerto Suárez, informaron hoy telefónicamente a Efe de que el bloqueo comenzó a primera hora del día en el puente que conecta con la ciudad brasileña de Corumbá y durará toda la jornada.
Según Tudela, las autoridades deben firmar el contrato con Jindal para explotar el hierro en ese yacimiento porque "el Gobierno no tiene ningún plan B para Mutún, ni a otra empresa interesada en el proyecto".
"Hacer una nueva licitación provocará un retraso que perjudicará el desarrollo de Puerto Suárez", dijo Tudela acerca de esta población de unos 15.000 habitantes, situada en el departamento oriental de Santa Cruz y en la que está ubicada la mina.
Mutún tiene reservas totales calculadas en 40.000 millones de toneladas de hierro y otros minerales.
Jindal se adjudicó en junio del 2006 la explotación de la mitad del cerro Mutún al concluir en solitario un proceso de licitación, que había sido previamente modificado por el Gobierno de Morales para aumentar los ingresos del Estado en el negocio.
La compañía anunció entonces una inversión de 2.100 millones de dólares en la primera de las cuatro décadas previstas para sus operaciones.
Sin embargo, han pasado ocho meses desde entonces y todavía no se pudo firmar el contrato debido a los desacuerdos con el Gobierno sobre las ganancias, los impuestos y el coste del gas natural que debe pagar Jindal.
El vicepresidente de Jindal, Vikrant Gujral, dijo en una entrevista publicada hoy por el diario local "La Razón" que la ganancia de 46 millones de dólares anuales ofrecida por el Gobierno, equivalente a cerca de un 5 por ciento de la inversión prometida por la compañía, "haría inviable el proyecto" financieramente.
Gujral señaló que en agosto del 2006 la empresa y el Gobierno acordaron que la ganancia del Estado boliviano por su porcentaje de participación e impuestos en el negocio sería de 186 millones de dólares y la de la empresa de 146 millones de dólares, por lo que ahora no aceptan la reducción planteada.
El ministro de Hacienda, Luis Arce, señaló hoy a medios locales que la cifra de 46 millones de dólares fue calculada en base a precios bajísimos del hierro y del acero en el mercado internacional, por lo que se puede incrementar.
El presidente Morales tiene previsto reunirse hoy en La Paz con los empresarios de Jindal para conocer su respuesta a los planteamientos del Ejecutivo. EFECOM
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