Ginebra, 12 feb (EFECOM).- Argentina necesita que el crecimiento económico, tras la mayor recesión de su historia, se vuelva estable y sostenido en el tiempo, para lo que debe reducir drásticamente la inflación, aumentar la competencia y atraer inversión extranjera.
Así lo defienden los expertos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en un informe difundido hoy en Ginebra al realizar el examen periódico de la política comercial de Argentina.
En ese documento se reconoce que el país latinoamericano "ha superado con éxito una de las peores recesiones de su historia, gracias a la adopción de un amplio abanico de medidas políticas".
Entre ellas, el organismo multilateral destaca por su eficacia el abandono de un tipo fijo de cambio -lo que conllevó una fuerte depreciación del peso-, la renegociación y la reducción de la deuda externa -de la que aún tiene pendiente 2.000 millones de dólares con acreedores privados- y la intervención pública para fijar precios internos.
Esas medidas permitieron a Argentina un crecimiento cercano al 9 por ciento en los últimos tres años y reducir el empleo al 11,4 por ciento, así como el porcentaje de población que vive por debajo del umbral de la pobreza que ha pasado del 57 por ciento en 2002 al 34 por ciento en la actualidad.
Sin embargo, los expertos advierten de que la "heterodoxa mezcla de medidas" adoptadas por Argentina para lograr ese cambio de rumbo no garantizan que el país suramericano esté a salvo de otro ciclo fuerte de crecimiento y de estallido posterior.
Los expertos de la OMC indican en ese sentido la necesidad de que Argentina garantice una transición suave hacia el crecimiento económico sostenido en el tiempo, para lo que debería aplicar medidas que eviten el sobrecalentamiento y las distorsiones del mercado.
Así, aunque la inflación ha disminuido en los últimos años, aún supera el 11 por ciento, por lo que "su control sigue constituyendo la principal preocupación del Gobierno en el área macroeconómica", por su posibilidad de contribuir a un sobrecalentamiento de la economía.
Recomiendan, además, a las autoridades argentinas que traten de atraer inversión para evitar las "incipientes" limitaciones de la oferta, para lo que han de ofrecer confianza a los potenciales inversores extranjeros.
En ese sentido, la OMC celebra la progresiva salida del Estado de los diferentes sectores económicos, de forma que su presencia en la actualidad está limitada a 17 empresas.
El organismo multilateral observa, sin embargo, que en determinados sectores la competencia aún no está demasiado desarrollada, entre ellos el de la telefonía fija.
Señala que uno de los principales motivos es que, aunque el país cuenta con una legislación al respecto, "su capacidad institucional para aplicarla es limitada".
Por ese motivo, los expertos de la OMC consideran "acuciante" que Argentina refuerce la normativa en materia de competencia y la capacidad pública para aplicarla, ya que "aumentaría la confianza pública en la capacidad del mercado para determinar precios y asignar recursos", al tiempo que atraería la inversión extranjera.
El informe de la OMC indica también que entre los factores que distorsionan el comercio argentino, están los gravámenes que se imponen a las exportaciones desde 2002, tras la devaluación del peso, ya que limitan la salida del país de productos nacionales e impide la entrada de otros del extranjero.
Recuerda que el objetivo original de esa medida, que tenía carácter temporal, era atenuar el efecto de la devaluación del peso sobre los precios internos, que en ocasiones quedaron incluso más baratos que los de los mercados internacionales, así como aumentar los ingresos fiscales.
Entre 2002 y 2005 cerca del 10 por ciento de los ingresos fiscales procedieron de esos gravámenes a las exportaciones, que en algunos casos soportan tasas de hasta el 45 por ciento e incluso determinados productos agrícolas tienen precios establecidos por el Estado, precisó la OMC.
En el caso de los desechos de cobre y aluminio, el ganado bovino y determinados cortes de carne de esos animales, Argentina también ha recurrido a la suspensión o restricción de las exportaciones.
Los expertos de la organización multilateral animan a Buenos Aires a que mantenga su actitud activa en la economía internacional, tal como hace en las negociaciones de la Ronda del Desarrollo de Doha.
"Argentina se podría beneficiar considerablemente de los resultados de Doha, ya que es una gran exportadora de productos agropecuarios y manufacturados", se indica en ese documento. EFECOM
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