Empresas y finanzas

Bernanke se gana respeto de Wall Street en primer año en la Fed

Teresa Bouza

Washington, 31 ene (EFECOM).- Ben Bernanke, el economista que hace un año asumió el timón de la Reserva Federal, se ha ganado el respeto de Wall Street en sus primeros doce meses de trabajo aunque tiene pendiente demostrar que puede capear una crisis financiera.

Bernanke se convirtió en presidente de la Reserva Federal (Fed) el 1 de febrero de 2006.

"Todavía no ha tenido que hacer frente a ninguna gran crisis", dijo a Efe David Wyss, economista jefe de la firma de calificación de riesgo Standard & Poor's, quien añadió que "es fácil ser el líder cuando todo el mundo quiere avanzar en la misma dirección".

Pese a no haberse bautizado en las turbulentas aguas de un temporal financiero, Bernanke ha realizado lo que su ex alumno en la Universidad de Princeton y actual economista jefe en Nueva York de la reaseguradora Swiss Reinsurance califica de "trabajo excelente".

Kurt Karl considera que la decisión de Bernanke de subir los tipos hasta el 5,25 por ciento y pisar el freno en ese nivel fue la estrategia acertada, que ha moderado el crecimiento y la inflación sin que la economía entre en recesión.

Bernanke también sale bien parado en los análisis publicados esta semana en rotativos como "The Washington Post" o el "USA Today".

"Fue capaz de detener la inflación sin ahogar la expansión (económica). Esa es realmente la victoria definitiva", aseguró al "Post" Robert DiClemente, economista jefe de la división de mercados globales de Citigroup.

El "USA Today" alabó su buen hacer, al destacar su eficiente y discreto estilo de gestión.

Pero Bernanke no se salva de las comparaciones con su predecesor en el cargo, el mítico Alan Greenspan, que le causaron más de un quebradero de cabeza durante sus primeros meses al frente de la Fed.

Los medios de EEUU esperaban que continuase con el ambiguo estilo de comunicación de Greenspan, lo que les llevó a sobreinterpretar sus palabras y provocar algún que otro susto a los mercados de valores.

El más sonado tuvo lugar en abril después de la cena de los corresponsales de la Casa Blanca en la que Bernanke se fue de la lengua con la presentadora del canal de televisión Maria Bartiromo.

"Lo que pasa con Bernanke es que, a diferencia de Greenspan, realmente piensa lo que dice", señaló Wyss, quien cree que la prensa se ha acostumbrado ya a su estilo.

Su carácter más directo no es lo único que diferencia a los dos altos funcionarios.

Karl menciona, por ejemplo, que Bernanke es menos autoritario que Greenspan y señala que ha optado por crear consenso y poner más énfasis en la institución en lugar de en la persona que la preside.

Las cosas todavía podrían cambiar y no falta quien señale que, recién aterrizado en el cargo, el ex alto funcionario de la Casa Blanca no puede más que optar por el consenso.

Sea como sea, lo que sí parece es que Bernanke, a quien le gusta el teatro, los partidos de fútbol americano y las camisas hawaianas, carece de la personalidad que hizo de Greenspan una estrella financiera.

"Es más diplomático y le gusta el consenso, pero aun así tiene su agenda y sus planes", dice el economista de Swiss Reinsurance, quien señala que lo que quiere hacer Ben Bernanke es fijar un objetivo para la inflación.

Pese a que la lucha contra las presiones inflacionarias es la principal misión de la Fed, el organismo no tiene, a diferencia de otras instituciones como el Banco Central Europeo, un objetivo para la inflación.

Los defensores de la medida dicen que el fijar esa meta permitiría controlar las expectativas del mercado y evitaría que los inversores se pongan nerviosos cuando los precios suben más de lo esperado.

Los detractores apuntan, por el contrario, que el plan de Bernanke restaría flexibilidad a la Fed.

A la espera de que Bernanke diga la última palabra, los analistas indican que el jurado que este año lo ha declarado victorioso, seguirá de cerca sus pasos en este 2007, en el que el presidente de la Fed tiene una larga tarea por delante.

Su trabajo comenzó hoy mismo, con la primera reunión de la Fed del año, que se saldó sin cambios en los tipos de interés. EFECOM

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